miércoles, 24 de abril de 2013


 
Desde Tales de Mileto, el hombre se ha inclinado progresivamente a separar cuerpo y alma, con la finalidad de entender la verdad. Pero, ¿puede llegar a entenderse racionalmente? ¿no sucede que las leyes naturales son una expresión de la voluntad divina, donde todas las cosas se entrelazan armónicamente en una continua y múltiple transformación, reflejo terrenal de la unidad divina celestial, y donde lo reflejado puede simbolizar lo superior, pero no a la inversa?  En el Génesis ya se explicita cómo pudo suceder (“Al principio era el Verbo”). Por ello, se vuelve tan importante contemplar la decadencia y la muerte como esenciales para el desarrollo y la vida. El Uno produce los principios activo y pasivo. Reza el Tao Tê Ching, “el Universo tuvo una causa anterior, que puede llamarse Madre. Conociendo a la Madre, puedes conocer al Hijo; conoce al Hijo para que puedas entender a la Madre”. Esa madre sería la Nada y el Hijo es conocido como el mundo de la forma… Para todo ello, el taoísmo indica que resulta vital la contemplación que, a su vez, produce la tranquilidad (pues el Tao que puede conocerse no es el Tao).

domingo, 21 de abril de 2013



El Ángel, guía y mensajero.

El Ángel es una manifestación divina, pudiéndose mostrar como guía o mensajero; mas nuestra naturaleza caída nos impide apreciarla. Aunque hubo una Edad de Oro en que el hombre dominó el “lenguaje de los pájaros” sin necesidad de mediación alguna, poseyendo el sentido de la eternidad, en este mundo “caído” actual su intervención se precisa más que nunca.
Dios se comunicaba directamente con Adán en el Paraíso y sus querubines sólo se mostraron posteriormente a la salida del mismo; desde entonces, el dialogo entre Dios y el hombre tiene al Espíritu Santo como intermediario. Esta primera mención angelical se contrapone con la última habida en el Apocalipsis, en que indica a San Juan no guardar en secreto su profecía.  
Desde entonces, ha sido en contadas ocasiones en que el Ángel del Señor legitimó su presencia necesaria, como en el caso de los profetas o la Virgen María, por ejemplo. Aunque tomado dicho testimonio en diferentes religiones, en la actual sociedad contemporánea se muestra obsoleto, como si ya sólo formara parte de un exclusivo pensamiento esotérico. Nada más lejos de la realidad, cuando la función del Ángel se hace ahora imprescindible.
Pero, ¿cómo lograr que el Ángel se dé a conocer? Sencillamente, observando las Sagradas Enseñanzas que a lo largo de la historia hemos ido recibiendo (“Jesús les dijo: dejad que los niños se acerquen a mí. No lo impidáis, pues el Reino de Dios es de los que son como ellos” Lucas 18,6). De lo contrario, nuestra naturaleza caída sólo posee un gran efecto disuasorio.
Así pues, estando en desgracia, lo primero que debemos hacer es reconocerlo; caer en la cuenta de lo “prescindibles” que son muchas de las cosas que nos rodean y aíslan de nuestra verdadera esencia. El egoísmo que subyace en el actual materialismo, nos impide dar ese primer paso, tan importante para obtener el don divino que el Ángel nos ofrece.
Una vez reconocida nuestra disoluta cotidianidad, se hacen necesarias la humildad y la plegaria para atraer la Gracia divina (como sucediera en Pentecostés, a modo de desagravio ante la confusión de las lenguas, cual definitiva ruptura entre el Cielo y la Tierra). Comulgar con Dios va más allá de hacerlo en misa cada domingo, pues todas las oraciones, ayunos, vigilias y penitencias no darán ningún fruto mientras no se confíe en Dios ni en uno mismo, antes de realizarse cualquier acción pudiéndola concebir como propia (ya el Maestro Eckhart consideró que el fruto de toda acción era pequeño, si procedía del apego de la misma acción).
Por último, no cabe más que buscar la pureza en nuestra alma, siendo conscientes de que la misma no es otra que la propia esencia divina, común en todos nosotros. Así, los profetas caminaron cerca de los ángeles, prestos a revelar sus mensajes, de manera que diesen a conocer la voluntad divina. No debemos aspirar a menos, puesto que con nuestra llegada a este mundo terrenal, la deidad ya quedó impresa en nuestra alma; deidad a la que nos debemos en cuerpo y alma.
El principal referente del que disponemos seguramente es el de la iniciación mariana, que tuvo en la aparición de Gabriel ante la Virgen María, la premisa que condiciona a toda persona a “vaciarse” de su propia voluntad (“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra”, Lucas 1, 38). Dicha iniciación es aquella que compete a un maestro interior (como define a los “solitarios” o afrad sufíes), más allá de toda palabra oral (un maestro exterior) o escrita.
Todo esto que hemos olvidado, que es la Palabra de Dios o Verbo divino, no sólo las Sagradas Escrituras nos exhortan a rememorar, sino todos los mitos, leyendas, historias y relatos en diferentes épocas y lugares (Thot, Poimandrés, Hermes, Khidr, los Devas, etc…). Más allá de las estrellas, aquí nos aguarda nuestro Ángel instándonos a recordar la dignidad de ser hijos de Dios.

miércoles, 17 de abril de 2013

¿QUÉ ÉS LA SANTÍSSIMA TRINITAT?

Déu manifestat en tres "persones".
El dogma católic insta a creure amb l'Unitat divina de Déu en les seves tres "persones": el Pare, el Fill i l'Esperit Sant (d'altres creençes, anomenen aquestes tres persones igualment, però amb diferents noms; sempre tríades, que ens fan arribar el misteri de Déu, de simbólica manera). L'àngel s'apareguè a Maria, Verge santa i li diguè:  "no tinguis por, perquè has trobat la Gràcia de Déu". O sigui, que es fà necessària aquesta Gràcia perquè l'Esperit Sant pugui "comunicar-se" amb nosaltres (Emmanuel, Déu amb nosaltres); dit d'una altre manera, perquè es pugui posar en comunicació el Cel i la Terra -on el Cel és el Pare i la Terra, el Fill (L'Home amb majúscules), veritable feina de tot cristià en particular o persona religiosa en general (religare caeli et terra). Per tant, mitjançant l'acció del Sant Esperit, Déu es comunica amb l'ànima purificada (després de la Caiguda o l'expulsió del Paradís). ¿I com es pot arribar a fer aixó? Doncs, purificant la nostra ànima impura (la Yihad islàmica, poso per exemple) amb la pròpia inmmanència de la que Déu, nostre Senyor, ens ha proveïit; la qual, actuarà inmantant la transcendència divina, gràcies a l'intercessió del hermétic i alat missatger de Déu (tant present als llibres sagrats dels tres monoteismes, per exemple, com Osiris, Isis i Horus a l'antic Egipte). ¿I com podem assolir aquesta purificació? Doncs, m'atreveria a dir que tenint present a Déu en tot moment, alhora sapiguent que el que ens envolta és mutable i, amb conseqüència, fals des de la nostra facultat sensitiva terrenal; donant-li així la veritable importància que tenen a les coses que ens envolten o l'adecuada perspectiva a la nostra quotidianitat. Per la qual cosa, el Fill ha de ser el mirall perfecte del Pare, reconciliant les naturaleses divina i humana.
"No és que ens refiem de nosaltres mateixos, com si fóssim capaços de fer res pel nostre compte: tot el que podem fer ve de Déu; 6 ell ens ha fet capaços de ser servidors de la nova aliança, que no és la de la lletra de la Llei, sinó la de l'Esperit. Perquè la lletra mata, però l'Esperit dóna vida" (2 Corintis 3, 5-6).

El pare és Déu, el Fill és Déu i l'Esperit Sant és Déu. I el Pare envía l'Esperit Sant per així engendrar el Verb. Així doncs, l'Esperit Sant vivifica! Déu es mostra amb el Fill per mediació del Sant Esperit! El Fill és la manifestació de Déu (que s'oculta als nostres ulls físics); i l'Esperit Sant els comunica. La inmmanència seria Déu dins l'espai i el temps, mentre la transcendència seria el Déu  preexistent, fora de qualsevol paràmetre existent; L'Esperit Sant seria la Gràcia que permet aquesta comunicació.
"Perquè no sereu vosaltres qui parlareu, sinó que l'Esperit del vostre Pare parlarà per mitjà vostre" (Mateu 10,20).
I San Irineo diguè: "El Pare "ungeix" al "ungit" (el Fill o Crist Unigenit) mitjançant "l'unció" (l'Esperit Sant).

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...