viernes, 27 de junio de 2014


“Dios instruyó a los hombres en sueños. Leemos en Job: ‘Por un sueño, en la visión de la noche, cuando el sueño rinde a los hombres y estos duermen en su lecho, entonces Dios les abre los oídos y, por su enseñanza, les instruye de su Ley’. Es pues legítimo utilizar la adivinación por los sueños. José interpretó los sueños del escanciador del Faraón, de su Batero mayor y del propio Faraón; Daniel, el sueño del rey de Babilonia…Ahora bien, los sueños tienen una significación relativa al porvenir. Sin embargo, el Deuteronomio prescribe: ‘Que nadie de entre vosotros observe los sueños’.

Conclusión: A veces, los sueños son la causa de lo que nos sucede a continuación de preocuparse el espíritu por lo que se ha visto en ellos, inclinándonos a hacer o a evitar tal cosa. Pero ocurre también que son su señal, que explica el sueño y el acontecimiento.

Debemos, pues, examinar de qué dependen los sueños y si esta causa puede producir los acontecimientos futuros o conocerlos. Los sueños pueden depender de causas internas o externas; las primeras pueden ser psíquicas o fisiológicas, correspondiendo a la primera clase, la imaginación de aquello que retiene nuestro pensamiento en estado de vigilia y cuya causa no puede tener influencia en acontecimientos posteriores. Y en relación a las fisiológicas, las disposiciones del cuerpo pueden igualmente producir movimientos de la imaginación –por lo que los médicos prestan atención a los sueños para diagnosticar el estado interior del paciente-.
En cuanto a las causas externas, encontramos las corporales y espirituales; las primeras se hallan relacionadas con la imaginación del hombre dormido, pudiendo ser impresionado por la influencia de los cuerpos celestes. Mientras que las causas espirituales, Dios las otorga a través del ministerio de los ángeles, haciendo a los hombres ciertas revelaciones…’Si hay entre vosotros un profeta del Señor, me apareceré a él en visión, o le hablaré por medio de un sueño (Números). Pero otras veces, son demonios quienes actúan, a causa de pactos prohibidos” (Santo Tomás de Aquino).

“Hay cuatro clases de sueños: a causa de enfermedad física, de pasión provocada por amor, miedo u odio; a causa de la astucia del Maligno, cuyos sueños muestras cosas futuras u ocultas, cuyo conocimiento no tiene ninguna utilidad para el que sueña, pero puede favorecer la vana ostentación o ayudar a hacer algún mal. Y, por último, los sueños enviados por Dios, que nadie percibirá, a excepción que sea Dios quien los enseñe, seguidos de cierta iluminación y emoción interna del alma, por medio de las cuales ilumina Dios el espíritu, impresiona a la voluntad e instruye al hombre virtuoso” (Benoît Périer).

“Hay cosas que espantan y visiones que turban. Dijo Elifaz de Temán: ‘cuando los hombres se rinden al sopor; fui presa de terror y agitación, que estremecieron todos mis huesos. Se deslizó por mi rostro un viento que erizó el vello de mi cuerpo…’ (Job 3, 13-15); o ‘Si me digo: en mi cama hallaré consuelo, y tú me aterras con sueños y me espantas con visiones” (Job 7, 13)” (Papa Inocencio III).
“La adivinación por los sueños está al alcance de todos. Oráculo siempre dispuesto, anuncia gozos venideros y desgracias amenazantes. Nada más sabio que un alma apartada del tumulto de los sentidos, que sólo le traen infinitas preocupaciones desde fuera. El alma comunica ideas a quienes se encuentran vueltos hacia la vida interior pues, entre el alma y la divinidad que anima el mundo, existen estrechos lazos –puesto que ambas proceden de la misma fuente-. Los sueños son de claridad perfecta para aquellos que viven en la práctica de la virtud” (Sinesio).

“Cuando llega el reposo para el cuerpo, el alma no descansa, desdeñando un alivio que le es extraño. El éxtasis es la fuerza por la cual el alma es llevada a otro lugar. ‘Y Dios envió el éxtasis a Adán, y éste se durmió’ (Génesis 2, 21). El sueño envió el reposo al cuerpo; por el contrario, el éxtasis invadió el alma para arrancarlas al reposo. Ahora bien, es virtud propia del éxtasis que nos aporte imágenes de sabiduría, así como de error” (Tertuliano).

Sufí es una palara que deriva bien del griego “sof” –sabiduría- o del árabe “suf” –lana- (en base a la prenda que vestía inicialmente un grupo de musulmanes que practicaban una vida ascética; “Vestid con lana áspera para que saboreéis la dulzura de la fe en vuestros corazones”). La túnica de lana era para recordar a los viajeros de esta senda que deben escoger una vida parca en adornos del mundo material.
Aun con todo, personalmente me decanto por la primera opción, al pensar que se precisa una gran sabiduría para entender que se hace preciso purificarnos, para ser merecedores  de la virtud que imanta la Gracia divina. El verdadero sufí se desapega de este mundo, no por una recompensa futura, sino por "revestirse" de amor a su Creador.
“Sufí es aquel a quien Dios le ha elegido para Su amistad” (Abu ‘Abdollâh Jafif).

Y es que la verdadera pobreza se encuentra en el desapego interior, en la negación del propio yo. Y cuando la pobreza alcanza su mayor expresión, sólo queda Dios. “Bajo mi manto no hay nada sino Dios” (Abu Sa’id Aboljeir). 

Un altar es un hogar, propiamente dicho; por ende, deberíamos considerar nuestro propio hogar como una especie de "altar" doméstico -por así decirlo-.

jueves, 26 de junio de 2014


El Laberinto, sólo los que están "cualificados" podrán recorrerlo hasta el final...

"Busca y encontrarás"

Guénon, Schuon o Coomaraswamy han demostrado los principios esenciales de diferentes revelaciones ortodoxas como idénticos, en base a la indagación metafísica de sus correspondientes dogmas y símbolos que, aunque parezcan contradictorios en el contexto formal, se funden en la verdad supraformal.

lunes, 23 de junio de 2014


Magnal, en la terminología "paracélsica", expresaba el poder atractivo del amante, considerado universalmente como tal. En otros términos, dicho magnetismo alcanzaría un plano superior y universal, en relación a su corolario de “fluido vital”. Mientras, Grifon era el león alado, con cabeza de águila y cuerpo de león, custodio del oro de la Hiperbórea. En la alquimia se encargaba de iniciar al adepto en el arte de conciliación de los opuestos.

domingo, 22 de junio de 2014


El espíritu es la luz que emana desde el Principio, mientras que el alma refleja únicamente dicha luz; por ello, al mundo anímico, materno o intermedio, y es aquel donde se "elaboran" las formas o "sombras" (todo ello, bajo la influencia "paterna" del espíritu, claro está). Así pues, el mundo anímico es aquel que correspondería a las fuerzas cósmicas, dentro del orden sutil. Y, todo ello, estaría relacionado con el caduceo de Hermes -por ejemplo-, donde la dualidad del mundo "intermediario" plasma una interrelación conjunta de fuerzas celestes y terrestres.

sábado, 21 de junio de 2014


Así como el Diluvio de Noé sirvió de inmolación a la tierra en la “noche de los dioses”, para renacer transmutada tras su muerte, amén resucitada, así nuestra propia alma debe atenerse al dolor y carencias inherentes a su propio devenir existencial, cual “noche iniciática” que considerar propicia.

"La oración debería ser la llave del día y el cerrojo de la noche" (Thomas Fuller).

Quien se conoce a s mismo conoce a su Señor. Allah ha querido mostrarte que tú no eres tú, sino Él; pero no como piensan los iniciados que afirman que el Conocimiento de Allah viene dado por la extinción de la existencia propia...porque la Gnosis no exige la extinción de la existencia. Si alcanzas a comprender que no existes y que, por tanto, no puedes dejar de existir, sólo entonces conoces a Allah" (Ibn Arabî).
 
Diu el Nou Testament: "Jesucrist pujà a una ciutadella i fou rebut per una verge, que era dona" (Lluc 10,38).
Verge indica un buit (com quan encara no és o era res); així hauria de ser tal que totes les imatges puguessin estar i, alhora, c...
ap arrelament amb elles. Ara, si l'home fos sempre verge, no donaria cap fruit (i per aixó precisa que sigui una dona). I, simbólicament, per "dona" es pot dir "ànima"; i no hi ha ànima més noble que aquella amb la qual Déu fructifica. Deia el Mestre Eckhart que totes les oracions, dejuns, vigílies i penitències no donen cap fruit mentre no confiïes en Déu (o sigui, que totes les teves accions estiguin orientades cap amb Ell) i, per aixó, tot fruit és petit si procedeix de l'apego en l'acció.
A l'ànima hi ha una potència a la que no afecta temps o espai i que flueix de l'Esperit; amb aquesta potència és amb qui es troba Déu com és en sí mateix. És aquí on pujà Jesucrist home, qual ciutadella buida i lliure, sense nom i forma...con Déu en sí mateix. Una ciutadella en l'ànima que iguala a Déu.

"El vino es un rubí líquido; la copa es la mina. La copa es el cuerpo cuya alma el vino es. La copa de cristal donde ríe el vino es una lágrima, en la que se esconde la sangre del corazón" (Omar Khayyam). El vino, fonetica y etimológicamente, nos recuerda a la vida. En el arco religioso mediterráneo, el vino era la bebida de los dioses. La vid era el árbol sagrado antiguamente en Israel (incluso existe la creencia que el Árbol de la Vida del Paraíso era una vid). Dice el Éxodo que la Sabiduría es una vid que hace germinar la Gracia. Y, según las enseñanzas de Mohyiddín ibn Arabi, el "vino" designa la "ciencia de los estados espirituales" (ilmu-al-ahwâl).
 
San Juan es la Puerta de los Hombres (de los hombres que se vuelven a "reencarnar"), mientras que Navidad es la Puerta de los Dioses (en la que los hombres, ya no se reencarnan). Y es que, según la tradición, en el Solsticio de Invierno y en el de Verano se abrirían dos puertas "cósmicas" desde las que poderosas energías fluirían hasta nosotros. En la antigua Roma, dicha energía la reconducía el dios Jano ("janitur" o portero de ambas, poseedor de las dos llaves, una de oro y otra de plata, que corresponderían con la puerta de los dioses y la de los hombres -análogas al solsticio de Invierno y de Verano-).
 

Els solsticis representen una cadena iniciàtica.
 
Arriba Sant Joan, i la celebració del Foc purificant em recorda instintivament al sacrifici de l’ego, el qual podríem relacionar-la amb la nostra psique -o ànima inferior-( la qual hauríem e “cremar” per tal d’aconseguir el desitjat grau d...e depuració de la mateixa i així aconseguir, de fet, elevar-la). Aquest acte que rememora, com dic, la nit de Sant Joan, té el seu simbolisme també, per exemple, en Sant Jordi –que mata al drac i es converteix en el drac- o en el “Ave Fénix”.
 


El Sol y la Luna se relacionan directamente con el Oro y la Plata; y es que, aunque no sean bien bien lo mismo, sí que tienen la misma esencia (Yin Yang). La Luna es el alma receptiva y el Sol, cual ánima para el Espíritu, da lugar a la unión perfecta (del espíritu, alma y cuerpo); de aquí el mito del Rey-Sol, que ha de morir para renacer.




Lectura recomendable: "La gran Obra alquímica..."de Rubellus Petrinus. Más allá del horizonte mitológico, y otrora las enseñanzas de Filaleteo, Flamel o Basilio Valentín, se nos presenta aquí una perfecta síntesis de las mismas, desde la perspectiva alquímica y espagírica, con el fin de plasmarlas junto a una agradable visión operativa.
 
“Tal como enseñan la Cábala, la Vedanta o el neo-Platonismo, el espíritu que mora en las profundidades puede trascender el alma; y es que ésta y todas sus manifestaciones –internas o externas- proceden del espíritu –que, no obstante, carece... de forma y discernimiento-. Y es que el espíritu sólo a sí mismo se conoce completamente.
El pensamiento, por otra parte, es solamente un plano individual que refleja lo inteligible; pero asimilado sólo en su forma mental, permitiendo que persista siempre un dualismo entre el sujeto y el objeto, de manera que realmente no nos conozcamos a nosotros mismos, más que de la forma mental que realizamos.
Así pues, la verdad no puede ser descubierta sólo a través de la reflexión –por naturaleza, dualista-; pero igualmente no podríamos hacerlo tampoco prescindiendo del pensamiento, puesto que si no hubiera tal relación, tampoco el hombre podría unirse conscientemente a ella. Y es que el pensamiento, cual eslabón que nos une al espíritu, no obstante, es al mismo tiempo quien se interpone como obstáculo” (Leo Schaya). Por el pensamiento, acabamos siendo el "ombligo del mundo" y creyéndonos que Dios no es necesario; por ende, tropezamos continuamente y, de manera obstinada, ante las posibilidades de enmienda, nos resistimos y escudamos en nuestro orgullo -incluso herido-. Hay pues que auspiciar la humildad, como antesala a "desarmarnos" debidamente ante la tiranía de la mente egoísta.
 
Dragones, gigantes, ogros o brujas son en realidad para nosotros, cuales espantapájaros para las aves, espejos de aumento para nuestros temores inconscientes, tales como pruebas que superar o umbrales que atravesar, que se nos presentan co...mo guardianes de un umbral, más allá del cual nos espera un tesoro –o princesa- que conquistar. Así pues, los querubines que se apostaron frente al Paraíso, lo hacían con el fin de evitar que regresáramos al mismo sin recuperar previamente nuestra Gracia original. El papel, entonces, de esos ángeles sería iniciático y “alquímico”. Y, desde dicha perspectiva, el Uroboros se muerde la cola para devorarse, antes de resucitar; es la Materia prima –o mercurio filosofal-, que une los opuestos. Y dichas fuerzas antagónicas generadas por esos monstruos, debemos transmutarlas y superarlas, una vez congraciadas.
 
 
“El Dragón, Guardián del Jardín de las Hespérides, representa la tierra, esta masa informe e indigesta que esconde en su seno la simiente de oro, que debe fructificar gracias a las operaciones de la Alquimia, representada en el Jardín de la...s Hespérides. Es ese dragón representado tan a menudo en las figuras simbólicas de la Filosofía Espagírica, que sólo puede morir con su hermano y su hermana, es decir, si está mezclado en el vaso filosófico con el azufre, su hermano, y el humor radical innato, o agua mercurial, que es su hermana, que por su volatilidad lo vuelve volátil, lo sublima, le hace cambiar su naturaleza, lo petrifica, y después hace un solo cuerpo con él. Cuando ya no existe en la forma de tierra o dragón, entonces la puerta del Jardín de las Hespérides está abierta y se pueden coger en él sin miedo las manzanas de oro” (Dom Pernety).
 

 
La Galaxia de la Vía Láctea posee un diámetro aproximado de 100.000 años luz y entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. A su vez, forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias, siendo superada en tamaño sólo por la Gal...axia de Andrómeda. En la antigüedad, su nombre derivó del latín "camino de leche" en relación a la apariencia de luz que rodeaba el firmamento y que, según la mitología grecorromana, habría surgido desde la leche derramada por el pecho de Hera (Juno romana).
 
 

"Si et trobes lligat amb aquesta vida, no ets un practicant espiritual; lligat al samsâra, als teus interesos personals, no tens l'esperit del Despertar...no tens la Visió" (Abandonament dels quatre apegos).
 
Abraham, cuyo nombre Abram significa "el Padre es ensalzado" y Abraham "Padre de multitudes"(“Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham ('ab·ra·ham), porque te he puesto por padre de multitud de pueblos” -Génesis ...17, 4-), fue padre de los tres grandes monoteísmos y portador de la Revelación ("Roca de la que fue tallado el pueblo" -Isaías 51,1). En este sentido, el sacrificio que se le impuso de su hijo Isaac, tendría la implícita advertencia de que su descendencia física no era la relevante ("Dios puede de esas piedras suscitar hijos de Abraham" -Mateo 3,9).
 

Tantrismo y Alquimia.

Aunque normalmente el sexo se ve desde un punto de vista
físico, o incluso psíquico, también puede verse desde la perspectiva metafísica;
en la cual, los dos principios de la dualidad se avienen para obtener el
conocimiento de la unidad. Es decir, mediante una unión sexual se invierten los
papeles normalmente aceptados de simple goce o deseo procreativo, con el fin de
obtener un éxtasis mediante el cual optar al Autoconocimiento. Todos los textos
sobre este tema señalan que la unión sexual no debe terminar con la emisión del
esperma, sino que éste debe ser retenido y, a la vez, absorber la esencia
femenina. Todo ello se obtendría mediante ciertas posturas, gestos y retención
de la respiración, lográndose la experiencia del despertar de la energía
cósmica presente en el ser humano –en la base de la columna vertebral, llamada
Kundalini en la India-. Ésta consistiría en una serpiente de fuego que asciendería
por un canal sutil situado a lo largo de la columna vertebral; a través del
cual hay siete centros de energía que representan los estados de conciencia. Normalmente,
la energía circula por dos conductos laterales que circularían alrededor del
canal central. Cuando se ha practicado además el llamado “amor tántrico”, la
Kundalini asciende desde la región sacra hasta la parte superior craneal. Mediante
la unión sexual se obtendría la desaparición de la conciencia egótica y al llegar
a la altura del corazón, se obtendría igualmente el inicio de la regeneración
psíquica; y al llegar al “tercer ojo” u Ojo frontal, se lograría la
regeneración total que correspondería a los “Pequeños Misterios”. A partir de
ahí, empiezan los “Grandes Misterios”, que culminarán con la salida por encima
del cráneo y posterior salida del cosmos.
 
En la alquimia, la vía de “la mano izquierda” hindú
(tántrica con unión sexual) se corresponde con la vía húmeda, en la que el
deseo es la parte principal. La vía de “la mano derecha” corresponde a la vía
seca de la alquimia; aquí, la unión sexual es interior. La Kundalini hace el
papel de la Shakti, de la mujer que se une a Shiva en el Ajna chakra o chakra
frontal.
 
La diosa del amor por excelencia es Venus, la cual nace del
esperma que brota del sexo de Urano, precipitado sobre el mar; es curioso que
Mercurio en la India es llamado “semen de Shiva”; es andrógino y llamado
hermafrodita (unión de Hermes –Mercurio- y Afrodita –Venus-). La mujer es la
personificación de la fuerza de la vida; y el simbolismo de dicha fuerza puede
ser la luz que disipa las tinieblas o el esperma que da la vida (relacionándolo
con el nacimiento de Venus); también podría ser el agua o fuente de la vida.
 
Teniendo en cuenta que el mercurio se considera femenino y
el azufre masculino, el mercurio doble es el “agua ígnea” o fuego acuoso que
corresponde a la unión de los dos principios. Se puede observar que el Caduceo
de Hermes, con su vara y serpientes enroscadas, es análogo a la Shushumna y
nadis laterales del tantrismo.
 
Como vemos, el yoga tántrico tiene una relación con la
alquimia; y la obtención de la Piedra filosofal, obtenida tras la Obra al rojo,
pasando previamente por la Obra al negro que corresponde a una muerte paulatina
del ego y después por la Obra al blanco.
 
Es decir, una espiritualización del cuerpo y una corporificación
del espíritu; así pues, después se logra el V.i.t.r.i.o.l. (visita el interior
de la tierra y rectificando encontrarás la Piedra oculta) pasando por el I.n.r.i
(por la ignición la naturaleza se regenera íntegramente).
 
El Abba Macario nació a finales del siglo III, originario de Alejandría, siendo comerciante en su juventud, convirtiéndose hacia el 330 y haciéndose después monje en Nitria. Más tarde residiría en el desierto de Las Celdas y moriría casi ce...ntenario. Desde entonces, por los desiertos de la región, se explica que el Abba Macario fue abducido en vida al cielo por dos ángeles; tras lo cual, explicó que esos ángeles separaban el alma del cuerpo una vez fallecido, dejándola suspendida en los aires durante tres días, para poder desplazarse ésta por dónde le antojase. Si durante dicho período de tiempo, experimentaba un deseo por su cuerpo o por encontrar a quienes amaba, el alma se trasladaba en consecuencia; igualmente, el alma virtuosa lo hacía a los lugares donde practicaba su culto. Y durante los siguientes seis días, tenía una visión del Paraíso; tras los cuales, contemplaba durante treinta días los Infiernos. Era entonces, al cuadragésimo día, cuando el alma se presentaba ante Dios y se le asignaba su destino póstumo.


"Aquellos a quienes se consideran simples saben que tienen una imagen de Dios como Ser divino en forma humana, una imagen del ángel como el hombre celestial; piensan que el alma seguirá viviendo después de la muerte como un ángel y creen que la vida del cielo para nosotros consiste en vivir aquí según los mandamientos de Dios" (Emmanuel Swedenborg).

"Lo sagrado es accesible a todos. La experiencia y el conocimiento religioso tienen unos grados que no pueden ser alcanzados por todos, pues requieren de una especial vocación, una fuerza de voluntad y una inteligencia excepcionales" (Mircea Eliade).

"En la obra profética de Hildegard von Bingen deviene un constante diálogo, en el que el hombre es quien responde y es responsable de la creación y de su salvación" (Victoria Cirlot).
 
Hay quien cree que el espíritu de Cristo llegó hasta su persona con el Bautismo y marchó en la Cruz. En este punto, estaría de acuerdo con dicha perspectiva, en parte. Cristo poseyó siempre la esencia del espíritu, concebido, nacido y adora...do como tal, siendo la escena bautismal del Jordán su iniciación espiritual –correspondiente a los llamados "Misterios Menores"-, en relación con el ‘Bautismo de agua’; mientras que el ‘Bautismo de fuego’ estaría, en cambio, relacionado con los "Misterios Mayores" (y escenificado en la Crucifixión). Lo que sí que contemplo, como decía, es que con las reveladoras palabras "É•li, É•li, ¿lá•ma sa•baj•thá•ni?" (Padre, Padre ¿por qué me has abandonado?) el espíritu -su esencia- abandonara a Jesucristo, dejando atrás el plano del Hijo o aquel perteneciente al “Mundo manifestado” (puesto que el Padre y el Hijo son dos "personas" diferentes, hay que recordarlo) para volver al Padre, “Mundo no-manifestado” –o supracósmico-.




El Axis Mundi es el centro espiritual del universo, motor inmóvil (como diría Aristóteles) o fuerza que dirige el movimiento universal sin participar del mismo.Según Guénon, cuando el cristiano se persigna, rememora con dicho gesto la Tradición primordial (lo que, dicho de paso, es simbólico en más de una religión).

"La Cruz permanece mientras que el mundo cambia" (divisa de la Orden monástica de los cartujos).

Para San Antonio fueron tan importantes, de cara primero a su propia iniciación, tanto sus "tentaciones" como torturas, permitiéndole así después acceder a la santidad.

“Estoy en la punta del tiempo…Y yo soy el primogénito” (Buda).
Con ello, nos está queriendo decir que ha anulado el concepto del espacio y el tiempo, al proclamar su transcendencia sobre los mismos; supera y reintegra, a la vez…
La primogenitura del Buda es una forma de expresar que él ya se encontraba "en la punta del mundo" antes incluso de su nacimiento, contemplando simultáneamente nacer éste y surgir el tiempo.

"La elevación del alma va pareja con su serenidad" (R.Desoille).

La escalera es el símbolo por excelencia del tránsito de un modo de ser a otro...(Calvari del Parc Güell de Barcelona)

"Estamos en un mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar" (Calderón de la Barca). "Por un sueño, en la visión de la noche, cuando el sueño rinde a los hombres y estos duermen en su lecho, entonces Dios les abre los oídos y, por su enseñanza, les instruye de su ley" (Job 33, 15-16).
 
Julius Evola en su obra evoca a la Dama o “mujer espiritual” que describe como la que vive o reside “esencialmente sobre un plano sutil y donde el caballero hacía actuar su amor, su deseo y su exaltación”. Por ello, el caballero o guerrero ...feudatario que en la Edad Media rememoraba así a la mujer amada, le consagraba su vida y empresas más peligrosas; a cambio, mantenía su inaccesibilidad, evitando su posesión física a toda costa. No obstante, dicha dama alimentaba su deseo hasta la misma muerte. Todo ello, en pos de la evocación de lo femenino en uno mismo, su absorción e integración sobre un plano más allá del físico. En definitiva, un afán de autosuperación, gracias a impulso evocador del Eros. De entrada, dicha "inaccesibilidad" tendría el objetivo básico de generar un romanticismo superior, similar al platónico, del que derivaría el culto de lo femenino en sí encarnado, por específicas necesidades heroicas; y, en potencia, se trataría de una "reintegración" del Eros que otorga culto lejano del eterno femenino. En ciertos casos extremos, llegan a darse situaciones en que la dama nunca llegaba a ser vista -"la princesa lejana"-. Así pues, no se trata que nadie se imponga a nadie; más bien, como dijo San Pablo ("No sabéis que en el origen, Aquel que creó todas las cosas, creó al hombre macho y hembra? Y que Él dijo: a causa de esto, el hombre abandonará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y ambos se convertirán en una sola carne. Por ello, que el hombre no separa lo que Dios une"), entendiendo que la "separación de los sexos" es un hecho humano, como ser originario caído y debemos tomar conciencia de dicha condición.


“¡Señor, Señor: en la voltaria rueda del año he visto mi simiente echada, corriendo igual albur que la moneda del jugador en el azar sembrada!
¡Señor, hoy paternal, ayer cruento, con doble faz de amor y de venganza, a ti, en un dado de tahu
r al viento va mi oración, blasfemia y alabanza!
Este que insulta a Dios en los altares, no más atento al ceño del destino, también soñó caminos en los mares y dijo: es Dios sobre la mar camino” (Machado).

Anar als inferns es buscar la Paraula, trobar-se a la recerca del Grial, buscar el fal•lus d’Osiris o el fil d’Ariadna; en definitiva, mirar de ajuntar el Cel i la Terra, mitjançant l’Axis Mundi.

El camino hindú del Conocimiento.

Los escritos sagrados del hinduismo se dividen en dos

categorías: “Sruti” o “lo oído” y “Smiriti” o “lo recordado”. La primera
categoría comprende el mismo Veda (conocimiento). Los Vedas están divididos en
tres grupos: las Samhitas (colecciones) de himnos y fórmulas (los cuatro
Vedas), los Brahmanas (textos sacrificiales) y los Aranyakas (tratados sobre el
bosque), que culminan en las Upanisads (tratados esotéricos). La segunda
categoría (Smriti) comprende los Slltras (aforismos filosóficos),
Dharma-Sastras (los libros de leyes), los Puranas (historias sobre los grandes
dioses) y las dos epopeyas nacionales el Mahábhárata y el Rámáyana. El
Bhagavadgitá, aunque no forma parte de los Vedas, es tenido en alta estima por
los hindúes.
 

Las creencias en el hinduismo postvédico son dharma, karma,
samsára, Brahmán y moksa.
 

La religión externa se la conoce como Sanathama dharma.
Dharma es la forma de las cosas tal como existen, en concordancia con la ley
eterna. Este dharma está consignado en los textos sagrados, que tratan de las
leyes consuetudinarias hindúes (Dhauna-Sastras). Brahmán es el sustrato eterno
del universo, del que procede el eterno dharma. Fundamenta también la
prerrogativa espiritual de la casta de los brahmanes. Brahmán significa “lo
sagrado”; cualquier cosa sagrada, lo mismo una fórmula que una acción
sacrificial, se entiende por Brahmán. El ritual sacrificial se consideraba cual
lazo que unía al hombre temporal con el Eterno; Brahmán llegó a significar lo
eterno tal como es en sí mismo más allá del espacio y del tiempo.
 

Brahmán se aplicó también al estado del alma liberada
(moksa); el mundo del samsára se encuentra condicionado por el espacio y el
tiempo, causa y efecto; y el moksa transciende a éstos. Al eterno ser, que es
la fuente permanente de todo cambio; y dharma, la ley que gobierna el mundo de
samsára.
 

Karma es toda acción, causa de un efecto. Samsara, el ciclo
de nacimiento y muerte al que toda existencia fenoménica está sujeta. El deseo
de hacer y vivir enreda la rueda de Samsára. Escapar de este ciclo se denomina
emancipación de la liberación (moksa).
 

El tiempo es concebido como una rueda giratoria. La
mitología védica contiene 33 dioses, divididos en dioses terrestres (Agni,
Prithivi, Sarasvati), dioses atmosféricos (Indra, Rudra, Maruts, etc.) y dioses
celestiales (Kyaus, Varuna, Mitra, Surya, etc.). Los mitos de la naturaleza,
por deidades funcionales o por la estructura social de una sociedad tribal,
componen la base o combinación de un todo ordenado. Hay correspondencia entre
el mundo de los hombres, los oficiantes del sacrificio y el mundo de los
dioses, los que reciben el sacrificio. El fiel védico ha de cuidar de que se
salvaguarde un perfecto equilibrio entre estos dos órdenes por medio de la
correcta realización del sacrificio, verdadero encuentro entre hombres y
dioses.
 

El sacrificio védico consiste en las ofrendas hechas al
fuego sagrado (Agni). Su finalidad es comunicarse con los dioses. La oración en
forma de mantra con ocasión de la iniciación, expiación, etc…y la práctica del
japa (recitación mental) llegaron a cobrar arraigo universal. La adoración
(puja) es la práctica religiosa hindú. La imagen de una deidad es ungida,
vestida, adornada; se le ofrece comida, flores y se le encienden lámparas.
Luego es sacada del templo en procesión y sumergida en algún río sagrado.
 

Preciso se hace advertir que hay mucho en la religión védica puramente
sacrificial, hierático y ritualista; relación entre el adorador y el dios en
muchos de los himnos del Rigveda. La oración por el perdón de la culpa es
característica de los himnos Varuna, los más elevados de todos los Vedas.
 

“Lo que sólo es uno, el sabio lo llama con múltiples
nombres” (Rig Veda 1.164.46).
 

Explicar el origen del mundo y la evolución de la
multiplicidad a partir de la unidad, se sitúa ante el misterio de la
existencia, transición de un caos a un orden diversificado por obra de un
creador preexistente. En las Upanisads ¿qué es Brahmán?; no se puede comer si
no se toman otras vidas, sean animales o vegetales, pues el proceso de comer y
ser comido constituye la unidad y subyace a la diversidad de la existencia.
Otros decían que Brahmán era el aliento de la vida, puesto que se necesita más
que la comida para vivir. Brahmán, el verdadero ser de todas las cosas, la
urdimbre y trama de todas las cosas, distinto del mundo, pero que lo controla
desde dentro, el yo más íntimo dentro de la esencia del hombre. Eterna esencia
del hombre (atman) con el absoluto inmutable (Brahmán) que habita y dirige el
universo entero.
 

La primera formulación de la idea hindú de Dios se encuentra
en la llama Sandilya-Yidya, en que Brahmán es “este mundo entero” que también
trasciende el mundo, porque habita en el alma humana. En la Kathe Upanisad, la
figura de un Dios personal aparece como el señor del mundo ideal a la vez que
del mundo del devenir. Es el yo oculto en las profundidades de la criatura. A
él le contempla realmente aquel que deja a un lado su voluntad. En la
Svetasvatara Upanisad se propone un teísmo claro. Dios (Rudra-Shiva) es el
único que preside sobre todas las causas. Dios y su poder (Sakti) forman una
unidad indisoluble. Sakti es el poder creador de Dios por medio del cual todas
las cosas fueron hechas.
 

La Bhagavadgita. Brahmán es cosmogologicamente la materia
primera (prakriti o maya). Dios es creador, sustentador y destructor del
universo; trascendente a la vez que inmanente, habita en los corazones de los
hombres como su esencia. Krishna dice: “Sabed que estas cosas proceden de mí;
yo no estoy en ellas, sino que ellas están en mí” (10; 9,18) o “Todas las
criaturas subsisten en mí, pero no me fundo en ellas. Mi propio Yo sostiene a
las criaturas sin subsistir en ellas; hace que existan” (9,45). La Gita enseña
la doctrina del avatara (Encarnación) del supremo dio Vishnú. Dios es el amante
del alma del hombre, el amor mismo. Krishná dice “Yo soy ese amor que existe en
las cosas creadas” (7,10; 9,18). Piensa en mí, adórame, ofréceme sacrificios,
ríndeme homenaje; así vendrás a mí. Te lo prometo en verdad, pues te quiero
bien. Renuncia a todas las cosas de la ley, vuélvete sólo a mí como tu refugio.
Te libraré de todo mal, no temas” (8,64-66).
 

Nuestros deseos tienen como raíz nuestro egoísmo; los
hombres son juguetes de los deseos y el egoísmo, debido a su ignorancia del
verdadero yo. El remedio inmediato será hacer el bien y evitar el mal; la
observancia ética y religiosa, como etapa preparatoria: consiste en controlar y
someter las propias pasiones, tendiendo hacia una actividad desinteresada, con
un firme amor de Dios. El amor de Dios implicará o conducirá al verdadero
conocimiento del verdadero yo, destruyendo así el egoísmo de raíz. Requiere un
prologado ascetismo y una técnica de concentración mental (yoga).
 

El hinduismo busca el camino para que el hombre comprenda la
realidad última: la liberación (moksa), emancipación de la acción (karma),
sumergirse en Brahmán, el principio supremo.
 

El camino de salvación se compone de tres senderos o
“margas”: observancia ascética y religiosa (Karmamarga), conocimiento intuitivo
de la verdadera realidad (jñana-marga) y el amor de Dios y sometimiento a él
(bhatkti-marga).
 

El primitivo ascetismo brahmánico se compone de sacrificios
y rituales. La palabra yoga (unir, ligar) se usaba dentro del contexto
sacrificial. Así pues, la ofrenda, la fórmula y acciones espirituales sirven
para “unir”. Después de un baño ritual, el oficiante del sacrificio se somete a
un riguroso ayuno, en inmovilidad ascética de embrional postura, en la
oscuridad, entre fuegos sagrados, pudiéndose así comunicar con los dioses. El
ascetismo interior, la recitación sagrada y la meditación son ayudas para la
unión con Dios.
 

El Gita responde que no es la actividad estrictamente
hablando lo que ata, sino el apego a la actividad y sus frutos. Cuando la
actividad es realizada con desapego completo, deja de atarle a uno al mundo. La
actividad conduce a un estado de desapego de la mente, estado más alto de
espiritualidad en forma de liberación. El Gita dice en su último capítulo:
“Renunciando al yo, la fuerza, el orgullo, la lujuria, la ira y la codicia, sin
pensar en nada como ‘mío’, en paz, así se prepara el hombre para realizar su
eterna esencia”.

La educación.

Miraré de no extenderme y, antes de nada, decir que la “Crítica

de la razón pura” de Kant, que comienza con la dedicatoria al barón de Zedlitz
y acaba con la defensa última del pensamiento “crítico”, aún no ha sido leída
totalmente por mi humilde persona; y que mis referencias sobre el autor vienen
dadas por su llamativa biografía en primera instancia y, más tarde, por sus
controvertidas descalificaciones a Emmanuel Swedenborg. No obstante, y sin
prejuicio alguno sobre su persona, intentaré exponer brevemente mi punto de
vista sobre un aspecto vital de nuestra sociedad –si no el más importante-,
como es el de la educación.
 

La base pietista-empírica de Kant, independientemente de su
tendencia a negar el altísimo valor del estado de la Naturaleza, sintetizada en
el binomio expuesto por la disciplina y la instrucción, deberían ser un buen
punto de partida en el actual contexto educacional –cuando menos, teniendo en
cuenta los tiempos que corren-. Pero un segundo paso, y de mayor calado,
debería ir en sintonía con la teoría platónica; hacia una Educación –con mayúsculas-
desde el corazón, pues ¿para qué se educa?
 

Recuerdo cuando yo era un niño y recibíamos azotes, capones,
bofetadas o, simplemente, importantes dosis de terror psicológico (por parte de
curas y seglares de una alta institución educativa de carácter privado, en el
Burgos de segunda mitad de los 70 y primera de los 80) –aunque ahora tenemos,
en numerosas ocasiones, pruebas del extremo contrario-. Sea como sea,
sencillamente se intenta –e intentaba otrora- que el niño piense bien y actúe
en consecuencia; y dicha razón aduce, con parca humanidad, a un ingente valor
de la mente y sus réditos. Pero ¿y dónde quedaría englobada la conciencia? Para
Kant, la conciencia es difícilmente encasillable, puesto que la lógica del
pensamiento no puede manifestarse a sí misma sino como otro objeto o “fundamento”
del pensar; un principio puramente intelectual para determinar nuestra
existencia, en base a intuiciones sensibles que nunca irían más allá del campo
de la experiencia, no hallándose la realidad en la subjetividad, sino siendo
objetivas las cosas exteriores, lo que para Kant eran las exclusivamente
reales. O sea, una nueva y renovada proposición empírica al lema de –y desde- Descartes.
Y es que occidente ha dicho muchas cosas sobre la materia, muy poco sobre la
mente y nada sobre la naturaleza de la conciencia.
 

Mientras, para mí, el exponencial esfuerzo de la conciencia
debería ser el trampolín hacia una completa vida interior, libre de
contradicciones cotidianas y más allá del espacio y el tiempo. No deberíamos
formar parte de una sociedad de artificios que ambicione el poder, la gloria,
el placer o la fortuna como fines últimos del mundo que, falsificado por bienes
materiales y ausente de bienes espirituales, cada día vemos más claramente
devenir.
 

Con la única visión racionalista de los últimos siglos,
¿dónde quedaría la espiritualidad? ¿O la fe? ¿O Dios? ¿O el Espíritu? ¿Cómo oír
el divino susurro apenas perceptible del que han hablado los místicos y
profetas a lo largo de los siglos y que debemos hallar en nuestro Ser más
íntimo? No lo oiremos con especulaciones de la inteligencia ni por el trabajo
de nuestras manos exclusivamente sino, más allá del dictamen de la razón,
subordinándonos a una sobriedad, simplicidad, solitud y santidad, que nos guie
desde el corazón.

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...