domingo, 17 de enero de 2016


Desde la antiguedad, la humanidad ha dispuesto un orden terrenal, cual reflejo del celeste o divino, buscando reunir ambos sin contradicción y disponiéndose así la santificación de un lugar habitable en aras de una "imago mundi"; lo cual deberíamos trasladarlo a nuestra inmediatez, intrínsecamente más allá del lugar dedicado exclusivamente al culto. 

Según el Zohar, la Torah sale de la boca de Dios; “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de todo aquello que sale de la boca del Señor” (Dt. 8,3). La “Torah sobre la boca”, junto a la Torah escrita, rememoró en su día Isaac el Ciego (1160-1235 dC.) que debíamos aunar nuevamente.
"La Torah escrita con fuego negro sobre fuego blanco”.

martes, 5 de enero de 2016



“Encontrar es perderMe y perder encontrarMe. Si llegaras a descubrir el asimiento, conocerías entonces la existencia real” (Ibn Arabî).
¡Si dejas la forma limitada, Me verás! (Según nos volvamos hacia la realidad incondicionada).
El “Asimiento” (Ajd), en relación al mencionado en la aleya 172 de la séptima Sura (Los Lugares Elevados), reza así:  
“Y cuando tu Señor sacó de los riñones de los hijos de Adán a su descendencia y les hizo atestiguar contra sí mismo: ‘¿No soy Yo vuestro Señor?’ Dijeron: ‘¡Claro que sí, damos fe!’ No sea que dijerais el día de la Resurrección: ‘No habíamos reparado en ello”.

En esta aleya, se alude al “asimiento señorial”, pues Dios (Rabb), tomó (ajada) a la descendencia adánica de las ‘espaldas’ de los hijos de Adán; donde el “asimiento” sería el acto divino de ser “cogido” el siervo ‘por su espalda’ –o sea, por su parte ‘oculta’, que se sobreentendería eterna desde una perspectiva preterrenal, en la que ya se habría dado testimonio de Dios como único Señor, a fin de darlo igualmente en el día de la Resurrección-. 

domingo, 3 de enero de 2016




Según Alain Daniélou, el Yin Yang habría llegado a Oriente procedente del Shivaísmo (“El centro sutil situado en la base de la columna vertebral constituye un triángulo de deseo, saber y acción que forman el Yoni, en cuyo centro se levanta el Linga nacido de sí mismo, brillante como mil soles” –Shiva Purâna-).
Los misterios de Osiris habrían llegado a Egipto también desde la India (a lomos del toro de Shiva) y posteriormente confeccionarían los cultos mistéricos a Baco y Dioniso, devenidos igualmente desde el propio Shivaísmo.

Casi a la par, los arios nórdicos -emparentados con aqueos e iraníes- habrían trasladado sus dioses a los preexistentes en la antigüedad grecorromana, así como al Irán avéstico, habiéndolos enfrentado al llegar a la India primero con el Shivaísmo, para luego integrarlo a la religión védica.    

sábado, 2 de enero de 2016


"Yo estoy asociado a Tí en la existencia, pero Tú no estás asociado a mí en la inexistencia" (Ibn Sawdakïn).

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...