viernes, 31 de agosto de 2018


"Contra la Iglesia, salvo que fuere contra el Antiguo Régimen" (Voltaire)...Fue el lema del triunfo de la "realidad" visible frente al Dios invisible.

Allah es la luz de los cielos y la tierra. Su luz es como una hornacina en la que hay una lámpara, cuyo aceite casi alumbra sin que lo toque el fuego...Allah guía hacia Su luz a quien quiere. Allah llama la atención de los hombres con ejemplos y Allah conoce todas las cosas.

Siempre son sugerentes las visiones de ángeles y serafines, cuál antesala de vida futura, más clarificadora que la perspectiva terrenal, donde las sombras abundan tanto a nuestro alrededor que precisamos de una hornacina, como rememora la Sura de la Luz (24) del Sagrado Corán.

Hermosa escultura de la Catedral de Saint Lazare en Autun. Meditar este "sueño de los magos" me lleva a visualizar la emanación divina, donde el Espíritu divino busca nuestra esencia divina, con el fin de elevar así nuestra alma y cuerpo dormidos (a la forma Yin Yang occidental).

¿Qué tendrán los templos que su condición siempre es relativa si la fe es auténtica? Me he sentido a gusto en una Iglesia católica u ortodoxa, sinagoga o mezquita...Mi condición "occidental" me ha privado, por el momento, de más experiencias.

Cuando Santa Teresa de Jesús recomendó “angelizarnos", supongo que se refería a combatir nuestra naturaleza inferior, condicionándola a una serie de pautas, hábitos e ideas con las que poder así "habilitar" esa interrelación tan peculiar, producto de una pureza otrora infantil...

Las sombras de los árboles son de vital importancia (especialmente en verano😅); cuales templos es donde primero nuestro espíritu reposa y recupera fuerzas para "templarse" a continuación; si cabe, incluso llegar a "contemplarse"...

lunes, 27 de agosto de 2018


Teseo tuvo que lidiar con el minotauro, pero no sólo con su hacha "labris" de doble filo, que resquebrajaba todo a su paso cual simbólico rayo relacionado con las "piedras del rayo", de origen hiperbóreo. También tuvo pues que hacerlo con el ingenio de Ariadna, para conseguir la proeza de llegar al centro del laberinto, matar al minotauro y volver a salir exitoso. El laberinto estaba vedado a todo aquel profano "no cualificado" que, como Teseo, aspiraba alcanzar su centro espiritual, lugar de muerte iniciática y "segundo nacimiento". Teseo, que etimológicamente significa "el que dispone", precisó para ello de la ayuda de Ariadna, que etimológicamente significa "la más pura", para así poder "disponer de la suficiente pureza" para llevar a cabo la adecuada "labor" (trabajo) "intus" (interior) -laberinto-.

“El que posee la sal que puede ser fundida y el aceite que no puede ser quemado, puede alabar a Dios" (Arnaldo de Villanova).

miércoles, 22 de agosto de 2018


"La expresión 'subir a un árbol' se ha convertido, en los textos brahamánicos, en una imagen habitual de la ascensión en espíritu" (Mircea Eliade). 

"El sacrificio, en su conjunto, es la nave que lleva al cielo" 
(Çatapatha Br., IV, 2, 5, 10)


"Se disfrazó Saúl poniéndose otras vestiduras y, acompañado por dos hombres, vinieron a aquella mujer de noche y él dijo: Te ruego que me adivines, por el espíritu de adivinación, y hagas venir a quien yo te diga. La mujer le respondió: Bien sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha extirpado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, me pones esta trampa para hacerme morir? Entonces Saúl le juró por el Señor: ¡Vive el Señor!, que ningún mal te sobrevendrá por esto. La mujer dijo: ¿A quién te haré venir? Hazme venir a Samuel, respondió él. Al ver la mujer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl: ¿Por qué me has engañado?, pues tú eres Saúl. No temas. ¿Qué has visto? le respondió el rey. He visto dioses que suben de la tierra,dijo la mujer a Saúl. ¿Cuál es su forma?le preguntó él. Un hombre anciano viene, cubierto de un manto?respondió ella. Comprendió Saúl que era Samuel, y cayendo rostro en tierra, hizo una gran reverencia." (1 Samuel 28, 8-14).

lunes, 20 de agosto de 2018



La desacralización que caracteriza al hombre no religioso de las sociedades modernas, enfatiza la actual dificultad para reencontrarse con las dimensiones existenciales del otrora arcaico hombre religioso, cuya tendencia era vivir mayormente en lo sagrado o íntima cercanía de los objetos consagrados para tal finalidad. Y todo ese esfuerzo del hombre religioso, contrasta con la del actual hombre privado de cualquier sentimiento religioso, pretendiendo vivir en un mundo totalmente desacralizado, profano en su totalidad.

jueves, 16 de agosto de 2018


"-Pasado, presente y futuro son uno cuando estas conectado con la fuente, replicó Merlín. 
-Qué es la fuente?- preguntó el caballero. 
-Es el poder misterioso e invisible que es el origen de todo. 
-No entiendo- dijo el caballero. 
-Eso se debe a que intentáis comprender con la mente, pero vuestra mente es limitada. 
-Tengo una mente muy buena- le discutió el caballero. 
-E inteligente- añadió Merlín -ella te atrapó en esa armadura. 
El caballero no pudo refutar eso. Luego recordó algo que Merlín le había dicho nada mas llegar. -Una vez dijisteis que me había puesto esta armadura porque tenia miedo. 
-No es eso verdad?- respondió Merlín. 
-No, la llevaba para protegerme cuando iba a la batalla. 
-Y temíais que os hirieran de gravedad o que os mataran- añadió Merlín. 
-Acaso no lo teme todo el mundo? 
Merlín negó con la cabeza. -Y quien os dijo que teníais que ir a la batalla? 
-Tenía que demostrar que era un caballero bueno, generosos y amoroso. 
-Si realmente erais bueno, generoso y amoroso, por que teníais que demostrarlo?- pregunto Merlín" 
(El caballero de la armadura oxidada, Fisher Robert)

martes, 14 de agosto de 2018


Aarakie es una costra salina o carbonato de calcio que los alquimistas llamaban adarce, extraida para ser utilizada como materia prima en su obra, al considerarse la sal capaz de evitar la incorruptibilidad.



La gente se confunde porque juzga las cosas según sus apariencias y la codicia les encierra en círculos viciosos que enturbian su percepción. Este hábito impide el logro de la liberación.
El propósito del Zen es capacitar a las personas para que trasciendan lo sagrado y lo profano, despierten y extirpen todo asomo de duda.
(Maestro Fayan).

"Construyamos una pequeña habitación en un bosquecillo de bambúes o bajo los árboles, arreglando el agua, las rocas, los árboles y matorrales, mientras [dentro de la habitación] se coloca la provisión de carbón, un hervidor, unas flores y se ponen en orden los necesarios utensilios del té. Es preciso que en este lugar se pueda disfrutar de las corrientes y rocas como se disfruta de los ríos y las montañas en plena naturaleza, y que se aprecien los diversos sentimientos y estados de ánimo sugeridos por la nieve, la luna, los árboles y las flores, a medida que se transforman con las estaciones, apareciendo y desapareciendo, floreciendo y marchitándose" (DT. Suzuki).

"Cuando aprendemos a caminar, hablar, leer y escribir, ya tenemos un montón de deseos de los que no somos conscientes, pero, como nunca los hemos satisfecho ni mantenido en la conciencia, han acabado desterrados a las profundidades del Sí-mismo, en el inconsciente. El Sí-mismo es el conjunto de nuestras potencialidades, mientras que el ego es la conciencia de nuestro ser, de lo que creemos ser, aquello de lo que nos creemos capaces y que se ve bloqueado por todos esos recuerdos reprimidos inconscientes de limitación, prohibición, etc. Esa conciencia emergente nos permite observar ese despertar como el bebé que empieza a verse como un ego. Sí-mismo y ego no son lo mismo. El ego es el centro de la mente consciente e incluye nuestra conciencia del Sí-mismo y del mundo...el ego, para Jung, es la idea que tenemos de nuestro Sí-mismo. Establece el centro de nuestra consciencia y nos relaciona con el mundo; es el 'yo' que experimentamos cuando actuamos en el mundo que nos rodea" (Joseph Campbell). 

lunes, 13 de agosto de 2018


"Así como también en la región oceánica, junto a un más allá marítimo o submarino (complejo 'horizontal'), existe aún un complejo vertical: la montaña como dominio de los muertos o incluso el Cielo (recuérdese que la montaña está 'henchida' de un simbolismo celeste). Por lo común, los privilegiados (los jefes, los sacerdotes, los chamanes, los iniciados, etc) se dirigen hacia el Cielo, los demás mortales viajan 'horizontalmente' o descienden a los infiernos subterráneos" (Mircea Eliade). 
"El fuego y el agua son dos elementos opuestos; pero esta oposición, por lo demás, no es sino la apariencia exterior de un complementarismo y, más allá del dominio donde se afirman las oposiciones, deben, como todos los contrarios, conciliarse y unirse de algún modo. En el Principio mismo, del cual el sol es una imagen sensible, ambos se identifican de cierta manera, lo que justifica aún más cabalmente la figuración que acabamos de estudiar; e inclusive en niveles inferiores a ése, pero correspondientes a estados de manifestación superiores al mundo corpóreo al cual pertenecen el fuego y el agua en su aspecto “denso” o “burdo” que da lugar propiamente a su mutua oposición, puede haber entre ellos una asociación equivalente, por así decirlo, a una identidad relativa. Esto es verdad de las “Aguas superiores”, que son las posibilidades de manifestación no-formal, y que en cierto sentido están simbólicamente representadas por las nubes, de donde la lluvia desciende sobre la tierra al mismo tiempo que son residencia del fuego bajo el aspecto del rayo; y lo mismo ocurre, en el orden de la manifestación formal, con ciertas posibilidades pertenecientes al dominio ‘sutil’.


Lo cierto es que, si la dualidad existe efectivamente en el ser, no puede ser sino desde un punto de vista contingente y relativo; situándose desde otro punto de vista, más profundo y esencial, o encarando al ser en el estado que corresponde a tal punto de vista, la unidad de ese ser debe encontrarse restaurada. Entonces, la relación entre los dos elementos, que al comienzo aparecían como opuestos y después como complementarios, se transforma en otra: es una relación, no ya de correlación o de coordinación, sino de subordinación. Los dos términos de esa relación, en efecto, no pueden colocarse en un mismo plano, como si hubiese entre ambos una especie de equivalencia; al contrario, el uno depende del otro como teniendo su principio en él" (René Guénon). 




La campiña de ofrendas o bendiciones situada junto al río Aar, cercada por una muralla de hierro, franqueada por varias puertas y que recibe el nombre de Aaru, los Textos de las Pirámides la situaban en la región del norte (donde se hallarían las estrellas circumpolares), hogar de las almas elegidas. Literalmente, indica el Papiro 729 c-e “Pon tu morada en la Campiña de las Ofrendas, entre las estrellas imperecederas”, cual campo eternamente fértil –o de juncos-, donde Osiris residiría; también denominado “Campo de Ofrendas” (Sejet Hetep en egipcio antiguo), también habría sido morada de Ra Hor-Ajti, Set u otros dioses. 
A través de Aaru, sólo podían transitar aquellos espíritus cuyos actos en su vida terrenal pesaran lo mismo que el Maat (la pluma representativa de la justicia cósmica), debiendo entonces asumir numerosas pruebas a través de los conocimientos -y palabras mágicas, registradas en el Libro de los muertos- adquiridos en vida, así como la ayuda de los parientes aún vivos; por ello, se aseguraba al difunto la conservación de su cadáver para que volviera a utilizarlo su “Ka” como morada, así como se le suministraba alimentos y bebida, rezos y sacrificios para su sustento y salvación, respectivamente. E, igualmente, se le inscribían rollos de papiro con capítulos del Libro de los muertos entre los vendajes de su momia, para preservar su recuerdo.

Aunque hable de cuestiones relativas a la iluminación, no intentes recordarlas.  
Dirígete al fondo de tu propia esencia y sintoniza con tu verdadera naturaleza.
No necesitas poderes extraordinarios porque éstos son una consecuencia de la iluminación. 
Por el momento, sólo precisas conocer la mente y alcanzar su origen.
Atiende a la raíz y despreocúpate de las ramas. Si careces de una base sólida, ni siquiera el estudio más concienzudo te permitirá recoger los frutos.
Dirige la atención hacia ti mismo.
(Maestro Yangshan).


"El hombre de las sociedades tradicionales no podía vivir más que en un espacio 'abierto' hacia lo alto, en el que la ruptura de nivel se aseguraba simbólicamente y en el que la comunicación con el otro mundo, el mundo 'trascendente', era posible ritualmente. Bien entendido, el santuario, el 'centro' por excelencia, estaba ahí, al alcance de su mano, en su ciudad, y para comunicar con el mundo de los dioses le bastaba con penetrar en el templo" (Mircea Eliade). 

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...