martes, 30 de abril de 2019


"El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado" (James Allen). 

domingo, 28 de abril de 2019


"En la antigua India, fue la clase sacerdotal de los brahmanes la que hizo de la palabra sagrada un privilegio de su casta; así sufrió una transformación dogmática, que otrora fuese éxtasis religioso. Del saber nació la fe y de ésta la superstición. Las huellas de casi todas las supersticiones de este mundo pueden encontrarse en verdades de la expresión latina "superstitia", es decir, residuos de algo que se ha vuelto superfluo" (Lama Anagorika Govinda). 

"La iniciación consiste en aprender a no detenerse jamás, se pela el universo como a una cebolla, y una cebolla es toda piel, imaginémonos una cebolla infinita cuyo centro está situado en todas partes y su circunferencia en ninguna" (El Péndulo de Foucault, Umberto Eco). 
"El Gran Padre de Washington envió a su jefe militar a pedirnos un paso por nuestros territorios de caza, un camino para su vía de hierro hasta las montañas y el mar occidental, nos dijeron que sólo querían pasar por nuestro territorio, no para quedarse entre nosotros sino buscar oro en el lejano Oeste. Nuestros ancianos jefes decidieron mostrar su amistad y su buena voluntad permitiendo que tan peligrosa serpiente pasara entre nosotros...pero aún no se han enfriado las cenizas del fuego del consejo y el Gran Padre ya está construyendo sus fuertes entre nosotros... Su presencia aquí constituye una ofensa y una amenaza. Es un insulto a los espíritus de nuestros antepasados. ¿Debemos renunciar a nuestras tumbas sagradas para que las aren y planten grano? -1863-.

Dios nos creo a todos. Él está aquí para bendecir lo que tengo que decir. El Buen Espíritu nos creó a ambas razas. A vosotros os dio tierras. A nosotros nos dio tierras. Y vinisteis a nuestras tierras y os respetamos como hermanos. Nos hicisteis muchas promesas, más de las que puedo recordar. Pero jamás cumplisteis ninguna de ellas, excepto una: que nos quitaríais nuestras tierras -1878-" (Nube Roja) .

jueves, 25 de abril de 2019


El zen es una disciplina de principio espiritual que, a pesar de ello, no da la espalda al sutil pragmatismo del intelecto analítico para afrontar los diversos aspectos cotidianos. Si bien es cierto que el camino del zen es diferente al discurso lógico, basado éste exclusivamente en cotejar una realidad exterior a nosotros, como base comparativa de todo lo que nos rodea. 
El zen, en cambio, nos invita a replegarnos en nuestro interior y buscar allí un reposo que, por contra, no encontraremos nunca fuera. El camino de múltiples diferenciaciones basado en la lógica del tiempo y espacio, deviene un tedioso camino plagado de trampas; y, por eso, el zen insta a dejar de creer en ella. 
La experiencia del zen implica instalarse en un presente absoluto, más allá de donde podamos o no encontrarnos, sin dicotomías conceptuales de ningún tipo; allí donde no haya objeto, cosa observada ni observador, sino únicamente nuestra propia naturaleza. ¿Cómo hacerlo? El profesor D.T. Suzuki nos dio una pista mediado el siglo XX: "La forma de disolver los conceptos contradictorios consiste en crear un tercer concepto que armonice a los otros dos".

lunes, 22 de abril de 2019


La tradición de San Jorge nos sitúa en en el S.XIII cuando Jacobo de la Vorágine nos relata la leyenda de San Jorge de Capadocia en tierras libias, alrededor del año 300 dC. En aquellas tierras, un dragón aterrorizaba desde su estanque a la población, debiéndosele sacrificar a una joven muchacha, a expensas de poder calmar así su ferocidad. Tras haber ofrecido finalmente el rey a su hija, y a instancias del santo varón llegado a este lugar, la princesa puso su cinturón sobre el cuello de la bestia, llevándoselo así San Jorge hasta la ciudad de veinte mil súbditos que, tras presenciar cómo éste hacía la señal de la cruz y mataba al dragón, se bautizaron junto al monarca.
Más tarde, San Jorge moriría en manos del emperador Diocleciano.

Sea como fuera, la comparativa no es casual con otros ejemplos similares, pasando así a contrastarse su historia con la de Heracles contra Ladón, Jasón contra el dragón, Perseo contra la Medusa o contra el monstruo que retenía a Andrómeda; Indra contra Vritna, Apolo contra Pitón, Júpiter contra el monstruo anguípedo, Marduk contra Tiamat, Bel contra el dragón, Ormuzd contra Azdaha u Osiris contra Set o Apofis.

Jesucristo y el Arcángel San Miguel también combaten de similar manera en el Apocalipsis de San Juan: "Vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero...Tiene los ojos como llamas de fuego y tiene por nombre Verbo de Dios. De su boca sale una espada acerada...Rey de reyes y Señor de señores" que derrotará a la Bestia (Ap. 19, 11-16); y "Había una guerra en el cielo, Miguel y sus ángeles habían tenido que batallar con el Dragón...así fue derribado el gran Dragón, la Serpiente primitiva, llamada Diablo o Satán" (Ap. 12, 7-9).
Los Salmos bíblicos e Isaías hacen igual mención a la "Bestia que emerge del mar"..."Te impones al orgullo del mar, aplanas la cresta de las olas, pisoteaste a Rahab tras haberlo atravesado" (Salmo 88) o "Rompiste en las aguas las cabezas de las fieras, aplastaste las cabezas de Leviatán" (Salmo 73) e Isaías 27,1 "Aquel día el Señor visitará con su espada dura y fuerte a Leviatán, la serpiente ágil, Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al monstruo que está en el mar".

Por tanto, entendemos que el icono de San Jorge depende del de San Miguel y, a su vez, del de Cristo, Verbo de Dios. Se dirime, entonces, una lucha entre el bien y el mal, en última instancia. Pero la lucha entre la luz y la oscuridad no es tan simple; pretende instarnos a bregar contra las fuerzas del caos y la disolución, con el propósito de imponer un definitivo orden de tipo espiritual. Y aquí, cuál Yihad, se nos propone un combate interior arquetípico; y este primigenio acto divino nos insta a captar y dominar las fuerzas inferiores, telúricas, violentas y tumultuosas pero, y lo que es más importante, conjugándolas con las superiores, transformándolas así en fuerzas complementarias que auspicien una transmutación de carácter espiritual.

¿Cómo llegar a obrar semejante milagro en los tiempos que corren?
Con la meditación y la contemplación. Y para ello podemos servirnos de los mitos y sus iconos.
San Jorge es un mito que debemos meditar al contemplar la representación iconográfica del santo a caballo, con la princesa a su derecha y su lanza clavada en las fauces del dragón, mientras un ángel del Señor desciende sobre su cabeza para coronarlo, constituyendo en su conjunto el más claro ejemplo del personaje que mata al monstruo para poder acceder a un estado superior.
El mito de San Jorge propone implantar un orden del plano macrocósmico, redirigido al ámbito moral y espiritual del individuo; y aquí se nos insta a armonizar la desmesura "dionisíaca" de las fuerzas ctónicas a la "apolínea" espiritualidad. Y, para ello, "matar a la serpiente" pasa por dominar nuestra alma inferior. No se trata de suprimir o, sencillamente, matar las fuerzas inferiores -agravando entonces nuestra capacidad intrínsecamente psíquica-, sino de armonizarlas para nuestra tarea espiritual.
Y nuestra tarea, como la de San Jorge, pasa por orientar nuestra alma hacia "lo alto", para que las fuerzas ctónicas ocultas -aparentemente demoníacas- que traban la santificación de nuestra alma, al comulgar con nuestra santificadora aspiración, reciban su influencia, pudiéndonos finalmente elevar hacia el espíritu que nos habita, cuál esencia divina -Emmanuel- (que se hallaba cautiva del abrazo del dragón).
Por todo ello, una vez fecundadas y dominadas esas fuerzas primigenias (que rememoran las aguas que planeaba el Espíritu divino en el Génesis), sólo entonces podremos reconciliarnos con nuestra verdadera naturaleza. Y será entonces cuando el ángel nos corone y podamos finalmente acceder a los estados propios del alma elevada, en sintonía total con el espíritu de Dios.

"El cuerpo experimenta las cosas divinas cuando las fuerzas pasionales del alma están, no muertas, sino transformadas y santificadas" (San Gregorio Palamás).

domingo, 21 de abril de 2019


"Dice San Pablo: «Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas que están arriba, allí donde Cristo está sentado a la diestra de su Padre, y gustad de las cosas que están arriba y no permitáis que os gusten las cosas que se hallan en la tierra» (Colos. 3, 1 s). Luego pronuncia otra palabra: «Estáis muertos y vuestra vida está oculta junto con Cristo en Dios» en el cielo (Colos. 3, 3). En tercer [lugar], las mujeres buscaban a Nuestro Señor en la tumba. Entonces, encontraron a un ángel «cuyo semblante era como un relámpago y su vestidura [era] blanca como la nieve y él dijo a las mujeres: “¿A quién buscáis? ¿Buscáis a Jesús que ha sido crucificado?… no está aquí”» (Cfr. Mateo 28, 1 Ss. y Lucas 24, 5 s.). Porque Dios no está en ninguna parte. De lo ínfimo de Dios todas las criaturas están repletas, y su grandeza no se encuentra en ninguna parte. Ellas no le contestaron, pues cuando no hallaron a Dios, el ángel les disgustó. Dios no se halla ni acá ni allá ni en [el] tiempo ni en [el] espacio. Ahora bien, San Pablo dice: «Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas que están arriba». Con respecto a la primera palabra [=habéis resucitado] piensa en dos significados. Alguna gente resucita a medias, se ejercita en una virtud y no en otra. Hay otros, poco nobles por naturaleza, que están ansiosos por las riquezas. Otros son más nobles por naturaleza y no se fijan en los bienes, pero quieren obtener honores. Dice un maestro que todas las virtudes necesariamente se dan en estrecha unión. Si bien sucede que un hombre esté más dispuesto a ejercitarse en una virtud que en las otras, todas están unidas, necesariamente, como una sola cosa. Ciertas personas resucitan del todo, mas no resucitan con Cristo. Por eso, todo cuanto es propio de uno, tiene que resucitar por completo. Por otra parte, se hallan algunas personas que resucitan del todo con Cristo; pero quien haya de experimentar un verdadero renacimiento con Cristo, tendrá que ser muy sabio. Los maestros dicen que es verdadera la resurrección cuando una persona ya no muere más. En ninguna parte existe una virtud tan grande como para que no se encuentre alguna gente que la haya puesto en práctica con fuerza natural, porque a menudo la fuerza natural opera signos maravillosos y milagros. Si se han visto también en los paganos todas las obras exteriores que alguna vez se han comprobado en los santos. Por eso dice [San Pablo]: Debéis resucitar con Cristo porque Él se halla arriba, adonde no puede llegar ninguna naturaleza. Aquello que es nuestro, debe resucitar por completo. Existen tres señales [para ver] si resucitamos por completo. La primera: si buscamos «las cosas que están arriba». La segunda: si nos gustan «las cosas que están arriba». La tercera: si no nos gustan «las cosas que están en la tierra». Ahora bien, San Pablo dice: «Buscad las cosas que están arriba». Pues ¿dónde y de qué modo? El rey David dice: «Buscad el rostro de Dios» (Salmo 104,4). Aquello que ha de existir [junto] con muchas cosas, necesariamente debe hallarse arriba. Aquello que produce el fuego, tiene que estar, necesariamente, por encima de lo [que enciende], como el cielo y el sol. Nuestros más insignes maestros opinan  que el cielo es el lugar de todas las cosas y, sin embargo, [él mismo] no tiene lugar, ningún lugar natural, y da lugar a todas las cosas. Mi alma es indivisa y, no obstante, se encuentra del todo en cada uno de los miembros. Donde ve mi ojo, no oye mi oído; donde oye mi oído, no ve mi ojo. Lo que yo veo u oigo físicamente, se me infunde espiritualmente. Mi ojo recibe el color con la luz; pero éste no entra en el alma porque aquello [=que entra en el alma] es una reducción [del color]. Todo cuanto reciben los sentidos exteriores, para que sea introducido espiritualmente, viene de arriba, de parte del ángel: éste lo estampa en la parte superior del alma. Ahora bien, nuestros maestros afirman : Aquello que se halla arriba, ordena y ubica lo inferior. Santiago dice al respecto: «Todos los dones buenos y perfectos descienden desde arriba» (Santiago 1, 17). La señal de que alguien ha resucitado por completo con Cristo, consiste en que busca a Dios por encima del tiempo. Busca a Dios por encima del tiempo quien busca sin tiempo. Ahora dice él [San Pablo]: «Buscad las cosas que están arriba». ¿Dónde se busca? «Allí donde Cristo está sentado a la diestra de su Padre». ¿Dónde está sentado Cristo? No está sentado en ninguna parte. Quien lo busca en algún lugar, no lo encuentra. Su parte menor se halla por doquier, su parte superior no está en ningún lugar. Dice un maestro: Quien conoce alguna cosa, no conoce a Dios. «Cristo» significa lo mismo que un «ungido» que está ungido con el Espíritu Santo. Los maestros dicen : El estar sentado significa lo mismo que tranquilidad, e implica: allí donde no hay tiempo. Aquello que da vueltas y cambia, no tiene tranquilidad; en segundo término: la tranquilidad no agrega nada. Nuestro Señor dice: «Yo soy Dios y no cambio» (Malaquías 3, 6). Cristo está sentado a la diestra de su Padre. El mayor bien que puede ofrecer Dios, lo constituye su mano derecha. Cristo dice: «Yo soy una puerta» (Juan 10, 9). El primer efluvio violento y el primer derretimiento, allí donde Dios se derrite [sucede] donde se derrite en su Hijo y allí, Éste vuelve a derretirse en el Padre. Yo dije un buen día que la puerta es el Espíritu Santo: a través de ella se derrite en [su] bondad en todas las criaturas. Donde hay un hombre natural, éste comienza a obrar con «la mano derecha». Dice un maestro que el cielo recibe inmediatamente de Dios. Otro maestro dice  que no es así: porque Dios es un espíritu y una luz acendrada; por eso, aquello que ha de recibir inmediatamente de Dios, ha de ser, con necesidad, un espíritu y una luz acendrada. Dice un maestro: Es imposible que alguna cosa corpórea sea susceptible del primer efluvio violento allí donde emana Dios, si no es una luz o un espíritu acendrado. El cielo se halla por encima del tiempo y es la causa del tiempo. Un maestro dice que el cielo, en su naturaleza, es tan noble que no puede degradarse a ser la causa del tiempo. En su naturaleza no puede ser causa del tiempo; [pero], en su trayectoria es la causa del tiempo, es decir, en la deserción [de la naturaleza] del cielo, [mas] él mismo es atemporal. Mi color no es mi naturaleza, antes bien, es una deserción de mi naturaleza, y nuestra alma se halla muy por encima y «está oculta en Dios». Entonces no digo solamente: por encima del tiempo, sino «oculta en Dios». ¿Es esto lo que significa el cielo? Todo cuanto es corpóreo es una deserción y un azar y un rebajamiento. El rey David dice: «Ante la vista de Dios, mil años son como un día que ha pasado» (Salmo 89, 4); porque todo cuanto es futuro y cuanto ha pasado se halla todo allá en un solo «ahora». Que Dios nos ayude para que lleguemos a ese «ahora». Amén". 
Maestro Eckhart

miércoles, 17 de abril de 2019


"La catedral esel refugiohospitalario de todos los infortunios. Los enfermos que iban a Nótre-Dame de París a implorar a Dios alivio para sus sufrimientos permanecían allí hasta su curación completa. Se les destinaba una capilla, situada cerca de la segunda puerta y que estaba iluminada por seis lámparas. Allí pasaban las noches. Los médicos evacuaban sus consultas en la misma entrada de la basílica, alrededor de la pilad del agua bendita. Y también allí celebró sus sesiones la Facultad de Medicina, al abandonar la Universidad, enelsiglo XIII, para vivir independiente, y donde permaneció hasta 1454, fecha de su última reunión, convocada por Jaeques Desparts. Es asilo inviolable de los perseguidos y sepulcro de los difuntos ilustres. Es la ciudad dentro de la ciudad,elnúcleo intelectual y moral de la colectividad,elcorazón de la actividad pública,elapoteosis del pensamiento, del saber y del arte. Por la abundante floración de su ornato, por la variedad de los temas y de las escenas que la adornan, la catedral aparece como una enciclopedia muy completa y variada -ora ingenua, ora noble, siempre viva- de todos los conocimientos medievales. Estas esfinges de piedra son, pues, educadoras, iniciadoras primordiales. Este pueblo de quimeras erizadas, de juglares, de mamarrachos, de mascarones y de gárgolas amenazadoras -dragones, vampiros y tarascas-, eselguardián secular del patrimonio ancestral. El arte y la ciencia, concentrados antaño en los grandes monasterios, escapan del laboratorio, corren al edificio, se agarran a los campanarios, a los pináculos, a los arbotantes, se cuelgan de los arcos de las bóvedas, pueblan los nichos, transforman los vidrios en gemas preciosas, los bronces en vibraciones sonoras, y se extienden sobre las fachadas en un vuelo gozoso de libertad y de expresión.¡Nada más laico queelexoterismo de esta enseñanza! Nada más humano que esta profusión de imágenes originales, vivas, libres, movedizas, pintorescas, a veces desordenadas y siempre interesantes; nada más emotivo que estos múltiples testimonios de la existencia cotidiana, de los gustos, de los ideales, de los instintos de nuestros padres; nada más cautivador, sobre todo, queelsimbolismo de los viejos alquimistas, hábilmente plasmados por los modestos escultores medievales. A este respecto, Nótre-Dame de París es, incontestablemente, uno de los ejemplares más perfectos, y, como dijo Víctor Hugo, «elcompendio más cabal de la ciencia hermética, de la cual la iglesia de Saint-Jacques-la-Boucherie era un jeroglífico completo» (Fulcanelli).

martes, 16 de abril de 2019


"La teoría de la conspiración...es una consecuencia de la desaparición de Dios como punto de referencia, y de la consiguiente pregunta: '¿Quién lo ha reemplazado?'" (Karl Popper)

lunes, 15 de abril de 2019


"Notre Dame de París, como la mayoría de las basílicas metropolitanas, está colocada bajo la advocación de la bendita Virgen María o Virgen-Madre. En Francia, el vulgo llama a estas iglesias las Notre-Dame. Son templos dedicados a la Madre (en latín, mater, matris), a la Matrona en el sentido primitivo, palabra que, por corrupción, se ha convertido en Madona, mi Señora y, por extención, Nuestra Señora. 
La catedral se nos presenta fundada en la ciencia alquímica, investigadora de las transformaciones de la sustancia original, de la Material elemental (lat. materea; raíz, mater, madre). Pues la Virgen-Madre, despojada de su velo simbólico, no es más que la personificación de la sustancia primitiva que empleó, para realizar sus designios, el Principio creador de todo lo que existe" (Fulcanelli).

"No hay más que una sola filosofía, cuyo lenguaje es ante todo simbólico, y tiene dos posible orígenes, uno intemporal y otro temporal. El primero es 'vertical' y discontinuo, el segundo, 'horizontal' y continuo. Los dos se encuentran y combinan: la revelación metafísica actualiza la capacidad intelectiva y, una vez despertada, da origen a la intelección espontánea" (Frithjof Schuon).

jueves, 11 de abril de 2019


"Bienaventurado el hombre que vive en la virtud! El que no busca su propio bien en ninguna parte, ése vive en Dios. Para semejante hombre es un placer dejar todas las cosas. Mientras el hombre siga unido al tiempo, al espacio, a la cantidad, se equivoca y Dios para él sigue siendo extraño. Nuestro Señor dice: 'Aquel que quiera ser mi discípulo, debe renunciar a sí mismo...Renunciad a vosotros y asumid un ser perfecto donde la voluntad sea recta. Quienquiera que haya renunciado a toda su voluntad, oye mi palabra'...Y es que el alma empuja a las cosas exteriores pero también es movida por el Espíritu Santo" (Maestro Eckhart).

El budismo se caracteriza por su no-teísmo, en contra de la percepción ateísta con la que, a veces, es considerado. El budismo Theravâda no considera un Ser supremo sino un Estado absoluto, infinito y perfecto conocido como Nirvana. Y es que el budismo tiene como meta el Bien supremo, quedando la divinidad, cuál estado supraexistencial, identificado con aquel Vacío que nos liga al infinito; y este Vacío es llamado Shûnyatâ, en contraposición a la falsa existencia terrenal o Samsâra, pudiéndose relacionar con aquel "Reino de los cielos que se halla en nuestro interior", explicitado por Jesucristo. 

miércoles, 10 de abril de 2019


"Si el ojo tuviera el poder de verlos, ninguna criatura podría soportar a los demonios; son más numerosos de lo que somos y nos rodean como la valla alrededor de un campo" (Talmud, Berakhot 6).

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...