Cuando leo a Jung y nos hace hincapié en el origen de los arquetipos a través de las experiencias de la colectividad humana, transmitidos de generación en generación, sopeso cómo el esoterismo tradicional considera que dichos arquetipos son obra de Dios, debiéndose incorporarlos en la conciencia para no estar poseído por ellos (psicoanálisis) o bien incorporarlos para el proceso de "deificación" del hombre.

El arquetipo de Cristo es incorporado a la conciencia de Jesús para formar a Jesucristo, Dios y hombre verdadero; así deviene Cristo cual arquetipo de origen divino no humano.