miércoles, 18 de mayo de 2022

                             

“Un grosero error es creer que el alma abandona el cuerpo con el último soplo. Ella es enteramente carne, pues la materia es una modalidad del espíritu bajo la dependencia de una chispa más sutil... Un cadáver, rígido y helado, no está de ningún modo muerto en sentido absoluto. Una vida intensa, pero felizmente inconsciente, continúa en la tumba; este horrible, más o menos largo combate, es el Purgatorio de las Religiones, que la materia, destilada, sublimada, transmutada y evaporada se eleva en el plano amorfo, que tiene sus grados desde el aire hasta la luz y el fuego de donde toda emana de nuevo” (Jacob Sulat, Mutus Liber).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...