miércoles, 8 de octubre de 2014


Transmutar es mudar o convertir algo en otra cosa; pero, más allá de un cambio de lugar o físico, como indica cualquier diccionario, deviene así el proceso de metamorfosis o transformación, en relación a una búsqueda de la pureza original. La verdadera transmutación ha de operar entonces sobre los elementos sutiles de la individualidad, lo que necesariamente acontecerá mediante una influencia de tipo espiritual (en el laboratorio alquimista, por ejemplo, no se buscaría exclusivamente la única "redención" de la materia prima, sino también la del propio artesano). Desde esta perspectiva, se trataría de una regeneración o recuperación de dicho estado primordial, cual misterio cristiano de la Encarnación o transmutación espiritual afín a un "segundo nacimiento" -en palabras de Mircea Eliade-.

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