jueves, 15 de octubre de 2015


"En la verdadera obediencia no se ha de encontrar ningún 'lo quiero así o asá' o 'esto o aquello', sino tan sólo un perfecto desasimiento de lo tuyo. Y, por lo tanto, en la mejor de las oraciones que el hombre sea capaz de rezar, no se debe decir ni '¡Dame estad virtud o este modo!', ni '¡Ah sí, Señor, dame a ti mismo o la vida eterna!', sino solamente '¡Señor, no me des nada fuera de lo que Tú quieras y haz, Señor, lo que quieres y como lo quieres de cualquier modo!'" (Maestro Eckhart). 

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...