lunes, 20 de noviembre de 2017

"En ciertos cuentos primitivos, el anciano es un curandero que posee el fuego. El espíritu tiene el aspecto del fuego, según sabemos por el texto del Antiguo Testamento y por le relato del milagro de Pentecostés. Además de su inteligencia, sabiduría y conocimientos, el anciano se manifiesta también como poseedor de cualidades morales; más exactamente, pone a prueba las cualidades morales de los hombres y sus dones dependen de la prueba" (Carl G. Jung). 


L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...