miércoles, 16 de diciembre de 2015


"La supresión del yo no equivale a su completa aniquilación, sino a su disposición perfecta a acoger en sí un poder superior" (D.T.Suzuki).

El mundo material es una máscara del mundo espiritual.  

lunes, 14 de diciembre de 2015


El término sánscrito Âtman nos retrotrae a “uno mismo”, designándose desde el Hinduismo así al alma (debiéndose la coincidencia no sólo fonética) desde los Upanishad, que instan a definir Âtman o “Sí-mismo”, cual reflejo del Absoluto (Brahman) en cada ser. Y dicha presencia (recordemos que siempre real)  no se nos podría mostrar sin ambages, a causa del apasionado engaño de la ignorancia primordial (avidyâ).
Ignorancia primordial que, desde el Absoluto hasta lo relativo, se aliaría con nuestra condición humana perecedera y su conciencia individualizadora para mantener, cual reflejo múltiple de Brahman en la existencia, oculta dicha manifestación del Absoluto que yace en toda alma inmortal–simbolizado en Âtman-.



Dice el Bhagavad Gîta: "Aquel que nada espera (de las cosas deseables para los sentidos) y es puro, es devoto mío...El que siempre está contento y es un yogui (hombre de mente concentrada) con determinación inquebrantable, me resulta querido...Aquel que no alberga la noción de "lo mío" ni la consciencia individual, que se muestra igual en el dolor y el placer, y perdona; ni se lamenta ni anhela ni añora, es devoto mío...Aquel que es el mismo para con el amigo y el enemigo, en la honra y en la deshonra; que es comedido en el habla y no tiene apego a un lugar, me es querido". 

sábado, 5 de diciembre de 2015


Hemos de intentar contemplar a nuestra alma como el auténtico objeto de la verdadera obra espiritual, cual plomo que debe ser transmutado en oro, rememorando al dragón que debió ser sacrificado por el héroe a fin de encontrar así su valioso tesoro.

jueves, 3 de diciembre de 2015


Arché (arjé, arkhé, fuente, principio, origen, ἀρχή) es un concepto filósofico griego de la Antigüedad que diferentes filósofos relacionaron con los cuatro elementos (presocráticos) o, más concretamente, con la quintaesencia oculta que se identificaba con el caos inicial, suprema divinidad.
En la escuela de Apolonia, por ejemplo, se desarrollaron postulados que abogaban por recuperar las virtudes del "Justo medio", basados en crear nuevas instituciones que regularan la cotidianidad de la Polis.
En base a dicho concepto, nació la Syn-Arkhé (en armonía, orden o equilibrio) y, por ende, su reflejo político, la Sinarquía.
Sinarquía es el orden establecido mediante el que se constituye un principio de gobierno en aras de la fraternidad y equidad social; deriva de Arkhé, siendo los arkhontes o "príncipes" aquellos que tenían el deber o misión de establecer el Orden y la Armonía en la Polis.
Desde Solón (594 aC) hasta la muerte de Pericles (429 aC) y la Guerra del Peloponeso, estos príncipes contribuyeron al verdadero movimiento democrático. En el 598 se funda la mentada Academia de Apolonia (escuela mistérica del dios solar homónimo), que intentó -y consiguió durante cinco siglos alcanzar a prohombres como Alejandro Magno y César Augusto-, influir en el inmediato gobierno de Clinesteo -abuelo de Pericles-, colegiado de sabios y místicos, cual poder económico, cultural y religioso a través de los arcontes; pero debía ser el Pueblo (Demos) quien impusiera las condiciones "democráticas" de dicho orden, con una participación no universal, pero en el que participaba un amplio sector de la población, no participativo del poder económico de ésta.
Y es que "demos-kratos" reclama el gobierno del pueblo, floreciendo en Atenas especialmente durante el "siglo de oro" de Pericles (quien fuera discípulo de Anaxágoras, Protágoras y Zenón) y en contra de la creencia popular de haber representado a la tiranía, habiendo no sólo convertido la Acrópolis de Atenas en el máximo exponente de democracia hasta la actualidad, sino luchando contra la oligarquía ateniense que acabó imponiéndose a su muerte.

Por ello, el Hombre debería ser el continuador de la labor del Arché del Cosmos, teniendo como referentes contemporáneos a personajes de la talla de Pericles, Alejandro Magno o César Augusto. 

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...