miércoles, 31 de julio de 2013

Según las creencias egipcias o mesopotámicas, los nombres de los lugares eran dados según los "campos celestes"; así pues, una vez conocido el "campo celeste", era identificada su geografía celeste. Y, por extensión, cada persona, noción o cosa presentaría igualmente un doble aspecto, siendo uno visible y otro no. Habría un cielo visible y otro invisible y cada virtud practicada aquí abajo poseería una contrapartida celestial. En definitiva, la Creación se halla desdoblada y, desde el punto de vista cosmogónico, el cielo invisible sería anterior al visible; una Realidad habría dado lugar a otra realidad.
Los taoístas contemplan el mundo con suma tranquilidad, reconociendo que el desgaste y la muerte son tan esenciales como la vida y el crecimiento.
"No tires piedras en el pozo del que bebes" (Talmud).
El mite egipci hermopolità va descriure clàrament quatre figures divines: "Shu" com la substància aèria, ígnea i seca de la llum que, amb l'unió de la humitat provinent del cel (sa germana "Tefnut"), produeix la rosada de la que sorgeixen d...os fills “Geb” i “Nut”. Aquests també s'uniran –en aquest cas, cada nit quan es posa el sol-. “Nut” és el cel nocturn, mentre que “Geb” personifica la terra. I quan el sol es novament regenerat, “Shu” torna a separar als germans; i es que “Geb” esdevè la terra on es troba la llavor solar, que es gesta a la nit gràcies a sa germana (per cert, a la mitologia egípcia, “Geb” i “Nut” són els pares de quatre fills, Isis i Osiris, Neftis i Set) -anàlogament, a l'alquímia, la matèria primordial es diversifica en quatre elements-. I, segons aquest organigrama, tindríem:

Shu = Llum/aire, Tefnut (Humitat del cel), Nut (Cel nocturn) i Geb (Terra).

Shu al mig, Tefnut, als costats i Nut arquejada sobre Geb.
 
"Toda cosa lleva su fruto. El fruto del saber y del conocimiento es aproximarse a Dios" (Rabi'a).
¿Hay algo más sensual que una flor con su hechicero perfume, aterciopelados pétalos y tímido capullo? La flor es la culminación de la vegetación, brillante imagen del tierno despertar y renacimiento de la vida. San Juan de la Cruz vio en ella la imagen de todas las virtudes del alma, simbólica del “centro” que recibe los dones del cielo, en contraposición a la caduca belleza terrenal.
Las flores ...
han estado incorporadas en todos los ritos y sacramentos de pureza, fecundidad, alegría, perfección, belleza y resurrección de todos los credos, cual simbólico puente entre el mundo visible y el invisible. Recordemos, por ejemplo, que Perséfone fue raptada mientras recogía flores por Hades, para convertirla en su reina; o que la amapola, además de relacionarse con la sangre y la pasión, lo fue con Deméter, madre de Perséfone y diosa maternal de la Tierra Madre.
¡Incluso el Espíritu Santo se da a conocer en su secreta fragancia!
Dionisio, dios báquico de la fecundidad y la vida, relacionado con el pan, el vino, el trigo, las riquezas terrenales, el falo cual símbolo de fecundidad, el omphalos como centro del mundo y orificio que comunica con el abismo ctónico. Las orgías báquicas del culto a Dionisio fueron adoptadas por diferentes fraternidades y gremios de oficios (en especial, los metalúrgicos), cual apoteosis de las fuerzas naturales y propiciatorios de la restitución divina. De hecho, Dionisio-Baco recorrió el mundo antiguo con el propósito confesado de difundir su “origen divino”.
Génesis 28, 10-17: “Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán. Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. Y tuvo un sueño,... y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y he aquí, el Señor estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo”.

El “sueño” de Jacob no es el relato de un viaje cualquiera, sino el de una Realidad que nos permitiría trascender lo perecedero, cual símbolo de lo imperecedero. Símbolo que nos indica que, mediante una serie de pruebas y sufrimientos, de agradables y siniestras sensaciones, ocultándose y mostrándose progresivamente, surge una Realidad más allá de nuestras apariencias cotidianas. Y todo ello ocurriría en medio de un recorrido “vertical”, descendente primero y a posteriori ascendente. Y este tránsito es el Mundo intermedio, donde el hombre pasa a ser espejo ocasional entre la tierra y el Cielo y cuya misión no es otra que la de reconciliar el cuerpo y el Espíritu (los opuestos). Pero recordemos que, para que los dos “mares” se encuentren, lo palpable y lo oculto puedan encontrarse, se precisa de la pureza de corazón en el adepto, tras numerosas pruebas de purificación.
En última instancia, la recompensa por volver nuestra Mirada hacia la divinidad, sería ser transformados por tal experiencia que derribaría toda expectativa profana.

Génesis 1, 6-8: “Y dijo Dios: ‘-Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas-. E hizo Dios la bóveda para separar las aguas de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue. Y llamó Dios a la bóveda cielo”.
"La naturaleza divina procede del Señor y fluye hacia los ángeles, porque todo ha nacido de un Principio; únicamente existe una Fuente de vida y la vida humana fluye desde ella. Esa Fuente única de vida afecta a cada individuo según la forma en que lo reciba. Quienes lo aceptan en su fe y en su vida, encuentran el cielo en ello" (Emanuel Swedenborg).
"Hiram, Hiram, Hiram! llamaba aquella voz. Alzando los ojos vio Hiram una enorme figura que le tendía la mano: "sígueme, hijo mío, pues he soplado sobre ti y ahora puedes respirar tus propias llamas. ¿Quién eres tú? Soy tu antepasado Tubalcaín y te guío hacia el centro de la tierra, hacia el alma del mundo, en el dominio de Eblis. Allí podrás gustar libremente de los frutos del Árbol de la Ciencia. ¡Ven!" (Así fue conducido el maestro del Templo de Salomón a las entrañas de la Tierra, donde pudo aprender los conocimientos de sus antepasados).
Con la base esencial de las Sagradas Escrituras, la Cábala es mística pero también iniciática, constituyendo por ello la gnosis hebraica por excelencia. Desde Oriente se encontró entre la metafísica helenizante y la judeo-cristiana, pero estas influencias son secundarias pues su esencia es judía. Etimológicamente, se entiende como Tradición o enseñanza oral y tradicional de carácter metafísico apo...yada en las Escrituras y la Ley, siendo objeto de repetidas codificaciones a los largo de los siglos (como en el caso del Zohar del siglo XIII dC). Plantea el problema de la creación (el Maassé Bereshit ya comenta el Génesis en el primer capítulo) y su teogonía gira en torno a la visión de Ezequiel (el Maassé Mercaba, relato del Carruaje), todo ello desde la perspectiva cosmogónica y sus grandes y pequeños Palacios o Hechaloth (tal cual el Sefert Yetsirah o Libro de la Formación). En la actualidad, su influencia en Occidente ha quedado limitada a escasos círculos iniciáticos.
"No me busques dentro de ti pues te fatigarás, ni en el exterior pues no encontrarás disfrute, ni dejes de buscarme pues entonces vivirás en el infortunio. Inquiere por mí hasta que me encuentres y, de ese modo, te elevarás. Pero instrúyete correctamente respecto a tu demanda, preséntate y haz tu entrada en la vía -espiritual-. Distingue entre tú y Yo: ciertamente, tú no me ves, pues lo que ves es... tu propia entidad individual...hazte siervo y di: 'La impotencia de conocer el conocimiento es un conocimiento'..." (Ibn Arabî).
"Dharmakâya (Talidad) no es ni lo que es existente ni lo que no es existente; ni lo que es a la vez existente y no existente; no es ni lo uno ni lo múltiple, ni lo que es a la vez uno y múltiple, ni lo que no es a la vez uno y múltiple...Está totalmente más allá de la capacidad conceptualizadora del intelecto humano..." (Asvaghosa).
"No nacimiento, no muerte, no persistencia, no unidad, no multiplicidad, no llegada, no salida...Esta es la Doctrina del Medio...Pensar 'es' es eternalismo; pensar 'no es' es nihilismo. Ser y no ser: el sabio no se apega a lo uno ni a lo otro" (Nâjârjuna).
Indiferenciado e incondicionado es el Principio de los principios, el Ain-Soph (el infinito) judío, el Tao Chino o el Absoluto de los Upanishads védicos. En el caso específico de la Cábala, su gnosis incide en la aparente oposición entre la transcendencia del Dios infinito y su inmanencia en el mundo. Así, Dios es transcendente y no puede ser descrito, mientras que su presencia en la Tierra se vislumbra gracias a la inmanencia en sus sucesivas emanaciones; y ese juego divino se multiplicará infinitesimalmente en medio de un "vergel sefirótico".
Antes del enorme mérito del cristianismo en transformar el dolor y el sufrimiento en una experiencia espiritual positiva, los budistas elaboraron el karma, que explicaba cómo los sufrimientos actuales son el fatal efecto de los errores come...tidos en anteriores existencias (lo que explicaría la necesidad de las transmigraciones) y cómo pulirlos. Si bien es cierto que para los hindúes cada hombre ya nacería de entrada con una deuda, con la posibilidad de contraer nuevas, el Budismo -aún como desviación del Hinduismo primitivo-, por su contacto con las más antiguas tradiciones de Asia central –especialmente con el Tao chino y la metafísica tibetana- tiene una especial connotación esotérica, por otra parte dividiéndoses en dos grandes escuelas y una rama tántrica (el Lamaísmo o Vajrayana): el Gran Vehículo (Mahayana) el Pequeño Vehículo (Hinayana). La diferencia entre los dos Vehículos es que el Gran Vehículo predica el estado Bodhisattva, mediante el cual se renuncia al Nirvana con el objeto de guiar al prójimo hacia el sendero de la liberación, mientras que el Pequeño Vehículo (más social y moral) se centra más en el Nirvana individual; éste de carácter ateo, difiere igualmente del Gran Vehículo panteísta por sus implicaciones metafísicas y politeísta por sus formas exteriores. Por último, el Lamaísmo sería una mezcla de Tantrismo y Mahayana.
Para los primeros cristianos, el Gólgota era una montaña que se hallaba en el mismo centro del mundo; cual cima de la Montaña cósmica, también allí fue creado y enterrado Adán, viendo recuperada su condición perdida por medio de la sangre derramada de Cristo. Por ello, pueden apreciarse al pie de la cruz su calavera (una cruz cuya madera sería la misma que la del Árbol del paraíso) en varias repre...sentaciones de la cruxifición. E igualmente, según la Cábala, al ser extraído Adán de la Tierra más privilegiada, ésta debía situarse en el Monte Sión (donde, por otra parte, habíase de construir un templo o altar de tierra –Exodo 20, 24- ). Así, Adán como Ser Universal estaría perpetuándose infinitamente, ya que fue creado de la Tierra (adamá en hebreo), sin nacer de madre (Génesis, 2-7). De hecho, para Orígenes, Adán simbolizaba el Espíritu; y Cristo, simbolizaría el segundo Adán, incitando con su ejemplo a nuestra propia transfiguración interior.
Dóna’m la serenor que precisa la meva ment i l’abric del únic desig de Tu, podent créixer així tant alt i arrelar tant fons com la palmera que, en mig del desert, es troba camí del teu Regne...
Teniendo en cuenta que la mujer y su sacralidad femenina no pasaron a un primer plano hasta el descubrimiento de la agricultura, miles de años antes, tuvieron que pasar muchos más hasta reconocerse sus experiencias místicas tan válidas como... la de los santos varones. Es más, su experiencia ha sido, por ello, incluso más interiorizada que la masculina (aunque esta perspectiva sea más literal que efectiva); y, por norma general, a causa de su “exceso” de celo o interiorización: la santidad. La experiencia mística me retrotrae inmediatamente a la memoria Hildegarda de Bingen o Santa Catalina de Siena, pero han sido muchos los testimonios potenciales en sus facultades visionarias y conocimientos proféticos. Al igual que las antiguas sibilas, estas mujeres fueron reclamadas para pedir consejo desde Santa Hildegarda hasta Santa Teresa de Jesus, pasando por Juliana de Norwich, especialmente desde el siglo XIII hasta el XVII. 
 
"La poesía, la verdadera, se confunde con la profecía. Los antiguos no dudaban de que los poetas estuviesen poseídos por un ser divino: la Musa. Sin Musa, no hay poeta” (Emmanuel d'Hooghvorst).
"La alabanza es de Dios, que ha dado existència a las cosas desde una nada, haciendo ésta inexistente y ha erigido su existencia por medio de la orientación de Sus Palabras hacia ellas, a fin de que por este medio realizáramos el secreto de su origen temporal y eterno, respecto a su Eternidad..." (primeras palabras del gran Ibn 'Arabî en "las Iluminaciones de la Meca").
"Sigo la religión del Amor solamente
doquiera que se dirijan sus caravanas
porque el Amor es mi religión y mi creencia”
Ibn Arabî.
La Tetraktys es la suma de los primeros cuatro números 1+2+3+4=10=1+0=1, por lo que se remontan a la unidad. Esta habría podido ser una de las formas de juramento pitagórico (horkon). Por ello, la Tetraktys era considerada por Pitágoras como “Fuente y raíz de la naturaleza eterna”. En una disposición horizontal, representarían el fuego, el aire, agua y tierra; y corresponderían respectivamente al espíritu creador, la materia, la acción del espíritu sobre la materia y la manifestación sensible. Invocada como divinidad de la Armonía, presidiría nuestro nacimiento.
"Lo que se representaba en el arte tradicional ideal era el hombre primordial, el dios; en nuestro arte se representa al hombre moderno, el hombre animal" (Ananda K. Coomaraswamy)
Todo rosario invoca la conciencia de lo Absoluto, en pos de la unión del alma orante con Dios. Entre los brahmanes se repite la fórmula AUM o los nombres de Vishnu entre sus ciento ocho cuentas esféricas, mientras que en el Magreb y el rest...o de Oriente se acostumbra a tener cien cuentas en el rosario; también el cristianismo ortodoxo tiene cien cuentas, recitando “Señor Jesucristo, hijo de Dios, ten piedad de mí” o simplemente “Jesús”. Por su cuenta, el rosario de Occidente se compone de cincuenta y nueve cuentas, a partir de la combinación del pequeño tallo que inicia la cruz, hecho por el esquema 1-3-1, donde deben recitarse un Padrenuestro al inicio y final y, entre medio, tres Avemarías, simbolizándose por ello la Unidad divina, la Trinidad y el posterior regreso a la Unidad; y luego vienen cinco decenas, que remiten al Pentecostés (50 días después de Pascua), en alusión a la unión de la Virgen con el Espíritu Santo (a más de cuatro cuentas separadoras, donde se recita el Padrenuestro).
En Occidente, rosario quiere decir un “Jardín de rosas” (que debe ir deshojándose); y el número, como vemos, reviste una importancia capital (y es que “…todo Lo tenías predispuesto con peso, número y medida” -Sabiduría 11, 20- ).
Como he dicho, la práctica del rosario constituye una vía de realización espiritual; y, para ello, nos debemos a dichas oraciones: el Padrenuestro, que hace hincapié en “…que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino…”, mientras que en el Avemaría, lo hace con el “llena eres de Gracia, el Señor es contigo, benditas eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”; así pues, en ambas oraciones, el orante explicita la necesidad de una bendición que fructifique en su seno. Y la recitación, mantra o invocación del Nombre divino y su oración consecuente, tendrían como efecto la iluminación interior y la “penetración” espiritual en la conciencia del suplicante.
Siendo el Avemaría, la principal oración del rosario, debe remarcarse el nombre de María en el sentido de “Señora” y, donde “Virgen” sería simbólica condición del alma humana, pureza con la cual poder comulgar con Dios. En relación a un apunte FB del pasado 11-7 sobre la capacidad de nuestra alma, en clara analogía de la capacidad receptora de la Luz del Sol por parte de la Luna- y desde la perspectiva del Vedanta, Prakriti sería esa Substancia universal –Materia prima o Madre universal- que, bajo la acción de Purusha -Espíritu divino sobre las aguas primordiales-, permitiría al alma “tornarse” virgen para que Dios puede así reflejarse en ella (“…y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobra la haz de las aguas” Génesis 1,2). El alma individual ha de identificarse con el Alma universal, participando entonces de las cualidades de su Substancia. (Recomiendo la lectura de “el fruto de la nada” del Maestro Eckhart).
Por último, recordar que el sentido repetitivo del rosario como antesala de nuestra humilde y sumisa condición religiosa, y lejos de “vaciar” caprichosamente la mente de todo objeto mundano, tiene como intención reducir la dispersión mental y favorecer la concentración y recogimiento necesarios, en pos de la receptividad espiritual que ha de realizar las perfecciones de nuestra alma. En ello se basa la transformación de dicha alma en su arquetipo virginal (la “extinción” –alfanâ- de la mística musulmana). Y es que, en definitiva, se trata de ascender en una escala de Jerarquías celestiales, afines a los diferentes estados del Ser, cuyo fin debe ser la semejanza divina y, por último, la Unidad.
 

La fealdad del Gran Pan hizo que la ninfa Siringa, huyera del dios enamorado. Favoreciendo su huída, los dioses la convirtieron en un cañaveral que, ondulando al viento, hizo sospechar a Pan del engaño; por ello, optó por recortarlas y convertirlas en una flauta de bellos sonidos. Peculiar timbre de un instrumento que permitiría acceder adecuadamente al adepto a su iniciación (de hecho, la leyenda hace que incluso Apolo ofrezca a Hermes el Caduceo, a cambio de conseguir dicha flauta; flauta Siringa que aquí Pan ofrece a Dafne –“laurel” en griego clásico-).
La palmera, que crece en medio del desierto, florece allá donde otros árboles no lo hacen; es más, no parece dejarse afectar por su entorno y, en cambio, su disposición a enraizarse más allá de los 50 metros, puede antojársenos como el dese...o de nutrirse en las aguas eternas del más allá. Recordemos que su hoja se asemeja a una palma de una mano que quisiera tocar, superando los 30 metros de altura, el cielo. Por algo, supongo, las diosas egípcias Nut y Hathor se nutrirían de su “agua de inmortalidad”.
En los Salmos 92 de la Torah, leemos: “(13) El justo florecerá como la palmera. Crecerá como un cedro en el Líbano. (14) Plantados –los justos- en la Casa del Eterno, florecerán en los atrios de nuestro Dios. (15) Producirán todavía fruto en edad avanzada. Serán vigorosos y de abundantes frutos, (16) para declarar que el Eterno es recto. Es mi roca en la que no hay injusticia”.
Por otro lado, podemos leer en el capítulo 19 del Corán, podemos leer: “Los dolores del parto la dirigieron hacia el tronco de una palmera. Llegó y dijo: ¡ojala hubiese muerto antes de esto! ¡Todo olvidado y yo olvidada! (23). Entonces, le gritó –era debajo- (el infante nacido): ¡no te preocupes! ¡no llores más! ¡No te desesperes! ¡Revive! Tu Señor ha puesto ya, debajo nuestro, un riachuelo que sale de la tierra (24); puso también, sobre ti, el tronco fructífero de la palmera. Agítala, inclina hacia ti el tronco de la palmera, que haga caer, para ti, frescos dátiles (25)”.
Por último, en el Evangelio de San Juan 12: “(13) tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando, ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor y el rey de Israel!
Y es que el árbol es un símbolo, por su posición vertical, de un vínculo entre el Cielo y la Tierra, bien como Árbol de la Vida, bien como Árbol del Mundo (Axis Mundi). Y la palmera (que produce, al igual que el olivo, aceite) como árbol bendito que es, no es “oriental ni occidental” sino “central”. ¿Qué árbol sería si no sería prototipo del Paraíso del Edén?
 

El laberinto es símbolo de insegura búsqueda -cuando menos de entrada-, donde toda precaución es poca y tan difícil será llegar a su centro como salir posteriormente; y para ello precisaríamos, como en su día Teseo de Ariadna, cierto hilo c...on el que adecuadamente conducirnos por el mismo. Un "hilo" que nos otorgue cierto conocimiento, con el que así cumplir debidamente nuestra peregrinación, cual síntesis de un viaje hacia Dios.
El símbolo sirve para reunir el Cielo y la Tierra; el rito para ordenar el caos y el mito, para recordar lo olvidado...
Dios lo transciende absolutamente todo. Desde esa perspectiva, hemos de preguntarnos honradamente quiénes somos; buscar la respuesta en nuestro interior, despojados de nuestras “vestiduras” terrenales: fisonomía, relaciones, imágenes o recuerdos…el yo, lo mío, el múltiple abanico de contingentes puntales en los que eventualmente nos sostenemos….en definitiva, el ego o alma impura. Sea como fuere, podemos hallar en el simbolismo iniciático una nueva “dialéctica” que nos permita el acceso a un mundo intermedio, más allá de las tinieblas del mundo profano, encauzándonos así definitivamente hacia el ascenso espiritual. Lo que sucede es que, dicho esoterismo no puede limitarse a un mero conocimiento teórico. Gracias a la fe, que nos permite contemplar a Dios siempre transcendiendo y a la par imantándose desde “nuestra” perspectiva, podemos “ofrecernos” a una altruista diversidad eurítmica basada en una combinación armónica de proporciones (líneas, colores o sonidos) aplicada en el campo de la metafísica ( y sin perder de vista la perspectiva de emanación y reintegración de nuestra divina condición); a la larga, ello dará como resultado al “Hombre celestial” (ya como punto de partida o resultado de dicha perspectiva), pero teniendo en cuenta que, a banda de un conocimiento clave, obligatoriamente se precisa una transformación dinámica de la persona, lo cual tiende hacia la iniciación otorgada necesariamente por un maestro que indique al discípulo cómo adquirir progresivamente dicha perspectiva. Y es que un tema aparte sería el del maestro y sus condicionamientos. 

Tomando al sol (Yang) como imagen simbólica de Dios y a la luna (Yin) correlativa en orden al hombre, deberíamos contemplar a este receptor de luz cual reflejo subyugado a la temporalidad material que conforma nuestra existencia terrenal y,... por tanto, contemplar su trama cambiante (llegando incluso a desaparecer durante tres días y, por ello, siendo usada en el Corán como símbolo de muerte y la resurrección) análogamente a la capacidad de nuestra alma en su vertiente fecundativa o estéril, según conformemos nuestro necesidad espiritual. 

lunes, 1 de julio de 2013






Jeremías 7:11: “ ¿Acaso pensáis que este templo que me está dedicado es una cueva de ladrones? Yo he visto todo eso. Yo, el Señor, lo afirmo”. Eclesiastés 9,8: “8 Vístete siempre con ropas blancas”.
Malaquías 3:1: “ El Señor todopoderoso dice: “Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien estáis buscando, entrará de pronto en su templo”.
Juan 2, 16: “Quitad eso de aquí y no convirtáis la casa de mi Padre en un mercado”.  

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...