viernes, 4 de agosto de 2023

 


"Las únicas formas tradicionales para una afiliación esotérica -para un occidental- son el Islam, el cristianismo griego y la rama Shinshû del budismo japonés (no el Zen); en el catolicismo, los desórdenes actuales -sin precedentes- de la Iglesia, plantean problemas extremadamente graves. Tampoco los libros de Guénon proporcionan ciertas directrices precisas, sin las cuales se corre el riesgo de ser incapaz de sacar provecho de los elementos esotéricos.. Es imposible afiliarse al hinduismo; hay que haber nacido en él. Por lo demás, la India contemporánea rebosa de falsos gurús, que imaginan que 'la experiencia directa' lo es todo, cuando en estas circunstancias no es nada. La elección de una tradición no depende de una iniciativa individual y los sentimientos de 'afinidad' -que, por otra parte, suelen ser ilusorios-; se hace preciso que la apruebe el Cielo" (Frithjof Schuon). 

miércoles, 2 de agosto de 2023

 




Hoy día 31 de julio, por anteayer, de 2.023 nació mi amada hija: Ángela. Su vida, a partir de ahora, pasa a ser el norte de la mía, junto a su hermano Rafael y la madre de ambos, mi adorada Estephany. 

Y es que el nombre de Ángela, no por casualidad, le ha sido conferido por razón de gran importancia para un servidor. Los ángeles fueron creados como seres superiores, de naturaleza espiritual, emanaciones divinas o partes desprendidas de Dios mismo, para poder así comunicarse con los hombres y viceversa. Como realidad inverosímil, de entrada se presentan como verdad de fe; y doy fe de que así son los ángeles: seres espirituales y etéreos, que emanan una luz sobrenatural, como ya proclamaran otrora Ireneo, el Pseudo Dionisio, Gregorio Magno, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes, Agustín o Fulgencio. Pues, al respecto, puedo dar mi particular testimonio de aquel ángel custodio cuál ser de luz, de otra dimensión o naturaleza, que es la parte superior de nosotros mismos, al que llamaríamos nuestro propio ser o espíritu.

El ángel se define como mensajero por antonomasia, siendo primordial su tarea de advertirnos qué debemos cambiar o rectificar para mejorar nuestra labor terrenal y aprovechar nuestro destino individual, evolucionando debidamente con la inestimable ayuda de su sabiduría.

Aunque se nos ha enseñado y educado en Occidente, que no existe nada que no pueda ser percibido por los sentidos, aun así han habido algunos privilegiados que han visto un ángel. “Sus vestiduras son de una blancura sobrenatural, más suave a la vista. Estos brillantes ángeles están rodeados de una luz tan distinta de la nuestra que, en comparación, todo parece oscuro”, dijo un sacerdote francés Père Lamy en 1890; o “Su cuerpo estaban henchido de luz; rayos de luz que fluían desde el interior. En la cara se dibujaba un éxtasis de belleza y de imperecedera juventud”, el escritor George W. Russell en 1867. Ya en el S.XX tenemos un libro (La respuesta del ángel, Gitta Mallasz) que es un testimonio de la Segunda Guerra Mundial en Budapest, de cómo puede llegar a establecerse un nexo de unión con nuestro ángel custodio en situaciones extremas. Y es que, de hecho, en situaciones de grave peligro, sí que son numerosos los casos de su inexplicable resolución, alentada ésta por una desconocida figura que desaparece tal como brevemente apareció.

Por ello, en diferentes épocas y culturas, la figura del ángel ha sido venerada de varias maneras, más siempre desde la perspectiva de su labor intermediadora con Dios, Padre y creador del universo.

“Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16, 24-27).

Que Dios, en su infinita sabiduría, me otorgue la necesaria fortaleza de espíritu para educar a Ángela en el amor a Dios y al prójimo, sobre todas las cosas. Amén.


L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...