lunes, 14 de diciembre de 2015


Dice el Bhagavad Gîta: "Aquel que nada espera (de las cosas deseables para los sentidos) y es puro, es devoto mío...El que siempre está contento y es un yogui (hombre de mente concentrada) con determinación inquebrantable, me resulta querido...Aquel que no alberga la noción de "lo mío" ni la consciencia individual, que se muestra igual en el dolor y el placer, y perdona; ni se lamenta ni anhela ni añora, es devoto mío...Aquel que es el mismo para con el amigo y el enemigo, en la honra y en la deshonra; que es comedido en el habla y no tiene apego a un lugar, me es querido". 

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