lunes, 14 de diciembre de 2015


El término sánscrito Âtman nos retrotrae a “uno mismo”, designándose desde el Hinduismo así al alma (debiéndose la coincidencia no sólo fonética) desde los Upanishad, que instan a definir Âtman o “Sí-mismo”, cual reflejo del Absoluto (Brahman) en cada ser. Y dicha presencia (recordemos que siempre real)  no se nos podría mostrar sin ambages, a causa del apasionado engaño de la ignorancia primordial (avidyâ).
Ignorancia primordial que, desde el Absoluto hasta lo relativo, se aliaría con nuestra condición humana perecedera y su conciencia individualizadora para mantener, cual reflejo múltiple de Brahman en la existencia, oculta dicha manifestación del Absoluto que yace en toda alma inmortal–simbolizado en Âtman-.


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