viernes, 11 de enero de 2019



El tarot, originario del siglo XIV, es un compendio de antiguas enseñanzas que evocan un inmemorial código de símbolos, clave para el aprendizaje esotérico de unos arcanos mayores que fructificarán en el alma de aquel que los observe detenidamente, siempre y cuando sea desde una perspectiva de humildad espiritual y profunda solitud. Y es que su meditación otorgará un poso de fermento espiritual que, en base al grado de recogimiento, acabará engendrando una serie de ideas que elevarán el plano de nuestra conciencia, hacia una autentica iniciación espiritual proveniente del recinto sagrado de las alturas.

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