sábado, 28 de diciembre de 2019



En el Zohar, se nos hace saber que Elohim creó el Infierno en el segundo día de la Creación, tras decir "¡Que exista el firmamento en medio de las aguas, y que las separe!", misterio de separación entre las aguas superiores e inferiores desde las perspectiva del Árbol cabalístico de la Vida. Fue entonces, cuando se produjo una disputa entre dos fuerzas opuestas, surgiendo por ello el Infierno -Guehenom-.
En los cuatro mundos de la Cábala, el nivel de Atzilut no contempla el mal, y es en el mundo de la Creación donde ya encontramos la división entre el bien y el mal, siendo Tiferet quien mediara en la disputa, logrando que ambos se conciliaran y el Infierno "descendiera hacia lo Bajo". 
"En realidad, esto se refiere a cada momento de la vida de una persona...El mal instinto se despierta, ataca al hombre y éste se ve invadido de malos pensamientos. Pero cuando estos pensamientos acosan a un hombre verdaderamente justo, la amargura se transforma en dulzura y la oscuridad en luz. Muchas pruebas hostigan a un hombre y, a veces, sufre. Y los malos pensamientos continúan acosándolo. Y, en realidad, se trata de juicios que lo atacan y de una cierta carencia de su fe. Entonces, el hombre pierde su camino, se enoja, se entristece. Sin embargo, el hombre temeroso de Dios, que sabe que ningún lugar está vacío de Su Presencia, y que nada es casual -y mucho menos un pensamiento- despierta en su interior el temor, ya que estos pensamientos son el fuego del Infierno, pero en vida" (Zohar, sección de Bereshit 17a).

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