El abeto es un árbol perenne que, por su hoja y su
gran altura, suele estar relacionado simbólicamente con la inmortalidad y la
elevación espiritual. El abeto, presente en la Navidad en que se renueva el
ciclo donde el sol vuelve a crecer, coincidiendo con el solsticio de invierno y
haciéndolo sus ciclos descendente y ascendente, es símbolo de la regeneración
(como también indica su color verde). Por todo ello, es símbolo de la eternidad
en el instante en que el pasado y el futuro se unifican en un eterno presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario