sábado, 25 de junio de 2016


En opinión de Platón o Pitágoras, las Celestiales Esferas, con el movimiento natural que tienen, componen una suavísima y agradable música; y así es a fuerza que sucediese, añadió Macrobio, porque el orden concertado del movimiento, es de suyo música suavísima; y si nuestros oídos no pueden ser jueces que sentencien tan suave harmonía, no por ello se ha de descreer o negar pues, según Filón, así lo ha dispuesto el Autor de la naturaleza para dar lugar al uso de los sentidos, los cuales tendríamos ociosos si tan suave música llegase a nuestros oídos.
De lo que se colige, que la música que mueven las Esferas con sus concertados movimientos es, más que música para los sentidos corpóreos, para las almas abstraídas de pensamientos terrenos y avezadas en la consideración de la Divinidad y grandeza de su eternidad.

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