sábado, 27 de julio de 2019

"El tibetano no se propone engañar a los dioses, eludiendo esfuerzos molestos para escapar de los propios actos kármicos, ni sus plegarias son peticiones a un poder exterior, poniendo así su fe más allá del cielo; son invocaciones a las fuerzas que nos habitan, sabiendo que sólo son eficaces estando libres del egoísmo, instalados en la pureza de la fe o del propósito" (Anagarika Govinda). 

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