martes, 14 de agosto de 2018


"Construyamos una pequeña habitación en un bosquecillo de bambúes o bajo los árboles, arreglando el agua, las rocas, los árboles y matorrales, mientras [dentro de la habitación] se coloca la provisión de carbón, un hervidor, unas flores y se ponen en orden los necesarios utensilios del té. Es preciso que en este lugar se pueda disfrutar de las corrientes y rocas como se disfruta de los ríos y las montañas en plena naturaleza, y que se aprecien los diversos sentimientos y estados de ánimo sugeridos por la nieve, la luna, los árboles y las flores, a medida que se transforman con las estaciones, apareciendo y desapareciendo, floreciendo y marchitándose" (DT. Suzuki).

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