La gente se confunde
porque juzga las cosas según sus apariencias y la codicia les encierra en
círculos viciosos que enturbian su percepción. Este hábito impide el logro de
la liberación.
El propósito del Zen es
capacitar a las personas para que trasciendan lo sagrado y lo profano,
despierten y extirpen todo asomo de duda.
(Maestro Fayan).
No hay comentarios:
Publicar un comentario