miércoles, 9 de abril de 2014


Se encontraba Buda viendo de buena mañana centellear una estrella del Este, hace ya más de dos mil quinientos años, cuando de pronto se desgarraron los velos que ante sus ojos se hallaban, y una sucesión de estados de conciencia paulatinamente ampliados le descubrieron el ilusorio y nimio valor de la personalidad; e inherente a ello, el secreto del sufrimiento:
- El sufrimiento impregna y determina la vida de todos los seres.
- El origen del dolor es el deseo, cuya causa es la ignorancia de la realidad, que es el vacío y la 
impermanencia. 
- Cuando el hombre consigue desarraigar sus pasiones y apegos, pone fin a sus sufrimientos.
- La Vía que lleva a esta extinción del dolor es el Óctuple Sendero.

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