miércoles, 16 de abril de 2014


Según René Guenón, el individuo no es un ser total, sino potencial estado de manifestación de un principio trascendente, del que básicamente no seríamos mas que transitoria modificación que, en ningún caso, podría afectar a dicho principio inmutable; o sea, que dicho principio, que contendría múltiples grados en una indefinida sucesión de manifestaciones, afectaría al individuo y nunca al principio en sí. Y en relación a dichos “estados”, entenderíamos como “inferiores” aquellos no desarrollados, pendientes de “actualizarse” (aplicables, por ejemplo, a los “tamas”, en el ámbito metafísico oriental -hindú-); lo que me retrotrae a la 'RosaCruz', cual despertar de la vida espiritual (rosa abierta en medio de la Cruz) y obtención del estado del Hombre verdadero; o la Cruz ansada egípcia, donde se incide con especial énfasis en aquel punto donde puede el movimiento ascendente y descendente se “tocan” en la eternidad.

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