miércoles, 9 de abril de 2014


Se precisaría encontrar un maestro que, pudiendo ser percibido desde diferentes perspectivas -bien en el ámbito físico, bien en el ámbito sutil-, nos ayudase a transitar por el camino que conduce a nuestro propio ser. Y dicho encuentro sólo se produce en el momento adecuado, a raíz de una súbita fuerza de atracción -de almas-, lo que favorecería paulatinamente dicho crecimiento espiritual, y trascendiendo cualquier aspecto contingente que, a priori, impidiese propiciar dicho acercamiento.

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