lunes, 26 de mayo de 2014


Todo cristiano “de pro” debería “retirarse” del actual materialismo que campea en este mundo a sus anchas (en la línea de un verdadero misticismo religioso), como mal menor ante el exoterismo en que centra actualmente la Iglesia -más allá del valor intrínseco de sus sacramentos-, como base de una auténtica realización de los estados espirituales suprapersonales. Con ello, no digo que se deba dejar de lado dicha tradición religiosa, en el caso asumirse como propia, pues Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio son la exteriorización de antiguos ritos primitivos de la otrora iniciación cristiana (no obstante, René Guénon indicó que, de ellos, tres son los que aún mantendrían cierta reminiscencia directamente iniciática, siendo el Bautismo y la Confirmación, inicio y continuidad virtual de los “pequeños misterios”, mientras que el Orden sacerdotal estaría relacionado con un "ascenso" (en relación a sus diferentes niveles) de los estados superiores del ser, relacionado con los “grandes misterios”. Resumiendo, la Iglesia habría resguardado su núcleo iniciático, a cambio de instaurar un generalizado exoterismo religioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

L a caligrafía arábiga tuvo su origen como comunicación entre los hombres y Dios; y Dios quiso comunicarse con sus fieles escogiendo a un ho...