jueves, 2 de octubre de 2014


La Tradición primordial nos indica que todo hombre debe luchar contra sus enemigos internos, contrarios a la unidad y el orden. Y, para ello, ha de promover un equilibrio y armonía que entronicen, sin ambages, con el ámbito de la justicia, al unificar aquellos elementos en aparente contradicción. En el Islam, la sumisión a la voluntad de Allah (el-islâm) equivale intrínsecamente a la paz (es-salâm).

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