viernes, 27 de junio de 2014


“Hay cosas que espantan y visiones que turban. Dijo Elifaz de Temán: ‘cuando los hombres se rinden al sopor; fui presa de terror y agitación, que estremecieron todos mis huesos. Se deslizó por mi rostro un viento que erizó el vello de mi cuerpo…’ (Job 3, 13-15); o ‘Si me digo: en mi cama hallaré consuelo, y tú me aterras con sueños y me espantas con visiones” (Job 7, 13)” (Papa Inocencio III).

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