sábado, 21 de junio de 2014

 
San Juan es la Puerta de los Hombres (de los hombres que se vuelven a "reencarnar"), mientras que Navidad es la Puerta de los Dioses (en la que los hombres, ya no se reencarnan). Y es que, según la tradición, en el Solsticio de Invierno y en el de Verano se abrirían dos puertas "cósmicas" desde las que poderosas energías fluirían hasta nosotros. En la antigua Roma, dicha energía la reconducía el dios Jano ("janitur" o portero de ambas, poseedor de las dos llaves, una de oro y otra de plata, que corresponderían con la puerta de los dioses y la de los hombres -análogas al solsticio de Invierno y de Verano-).
 

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