‘Teletai’: rito de iniciación –de ‘telein’: iniciar-; el iniciado se llama ‘mustes’; el ritual de iniciación ‘telete’ y el edificio donde tiene lugar la iniciación ‘telesterion’. El ‘telete’ se utiliza, generalmente, para cualquier celebración religiosa. Así pues, los misterios son llamados ‘teletai’; en el neoplatonismo, las almas siguen los ritos mistéricos (teletai) y se preparan para la contemplación de los estados del Ser; según Proclo, para el cual la fe (pistis) era la causa de la iniciación inefable, "el conjunto de la iniciación no pasa por la intelección y el juicio, y en cambio sí a través del silencio, que es unificador y es superior a toda actividad cognitiva" (Plat.Theol . IV.31.8-16)…
“En este mundo –el alma- no tiene conocimiento, salvo cuando llega al trance de la muerte. Entonces, sufre una experiencia como la de quienes participan en las grandes ‘teletai’… Primero, el vagar sin rumbo, las fatigosas vueltas y los recorridos en la oscuridad con la sospecha de que no se van a acabar nunca y luego, antes de llegar al propio término, todos los terrores, estremecimientos, temblores y sudor y confusión. Pero de ahí, le sale al encuentro una luz admirable y le acogen lugares puros y praderas, llenos de sonidos, de danzas y la solemnidad de palabras sacras y visiones santas. Una vez que se ha saciado de ello y ha sido iniciado, se vuelve libre y marcha liberado; coronado, celebra los misterios y en compañía de hombres santos y puros, ve desde allí la turba no iniciada e impura, en medio del fango y de las tinieblas, pisoteándose y empujándose unos a otros, persistiendo en el miedo a la muerte en unión de los malvados, por la falta de fe en los bienes de allí…” (Plutarco).